Ramiro Rivera/SinEmbargo.- Las últimas décadas del siglo XX han estado marcadas principalmente por la omnipresencia del televisor. Sin embargo, con el cambio de siglo y la cada vez más frecuente presencia de Internet la manera de asomarse al mundo ha buscado nuevas alternativas, más libres e incluso irreverentes. Todo comenzó en las cabezas de Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim, quienes fundaron Youtube con la idea de hacer masivos los vídeos que subieran creadores amateurs. El primer vídeo muestra una breve y temblorosa secuencia de elefantes en el zoológico de San Diego. Con cortos y entretenidos vídeos de animales, YouTube rápidamente atrajo la atención del público. De esta manera, pandas que estornudan y gatos parlanchines se hicieron conocidos en todo el mundo. Sin embargo, el Olimpo de este canal de vídeos pertenece a los musicales. En este caso, el ganador de todos los tiempos es Gangnam Style, del coreano Psy, con más de 2.000 millones de clics y contando.
De acuerdo con el el servicio de radiodifusión internacional Deutsche Welle, YouTube representa en la actualidad todo lo que la juventud de la década de los 90 encontraba en los salones de chat, programas de televisión y revistas juveniles. Así, desde consejos, foros de discusión, entretenimiento y, sobre todo, fenómenos virales, tienen cabida en este espacio ubicado en la red de redes.
El último estudio de JIM (Jóvenes, Información y Multimedia) de la organización alemana MPFS asegura que el 75% de los internautas de entre 12 y 19 años usa varias veces por semana el portal de vídeos, mientras que la televisión viene después en el ranking y el uso de celulares se ubica en el tercer puesto. YouTube se ha convertido para los jóvenes en el reemplazo de la TV, porque no es un “aburrido medio de comunicación unidireccional”, sino un lugar donde se permite la interacción y los comentarios, dice Florian Mundt en una entrevista con el sitio web de la revista Vice.
Por otra parte, en todos estos años, también ha contribuido la presencia cada vez más generalizada de captura de vídeo en los dispositivos móviles, cuya calidad a veces rivaliza con la de las viejas y caras videocámaras que no cualquiera podía poseer.
Un negocio de millones de dólares
Actualmente YouTube es un negocio de millones de dólares. El gigante de Internet Google compró la compañía apenas 19 meses después de su fundación por un total de 1.650 millones de dólares; hoy en día las ganancias son infinitamente superiores al valor de compra, pero cuánto gana Google con YouTube es una información que la empresa no revela.
Los expertos estiman que en 2014 YouTube ingresó 1.130 millones de dólares por concepto de publicidad. Es así como los grandes artistas del portal de vídeos pueden obtener algo de ese monto total y mientras mayor sea el alcance de sus vídeos, mayor es la ganancia. Por su parte, empresas de marketing como Mediakraft ofrecen contratos a los artistas de YouTube para incrementar el número de clics y obtener algo del éxito de sus creadores. Debido a esa comercialización, Mediakraft ha estado en los últimos meses bajo crítica, tanto que algunos de sus grandes clientes han renunciado a sus contratos.
Una fábrica de estrellas
Fundada en una oficina sobre una pizzería, YouTube es ahora una verdadera fábrica que construye estrellas. Irónicamente –a la par de cualquier crítica que pueda hacerse a los artistas prefabricados– los que han saltado a la fama a partir de este portal han sido elegidos democráticamente a gusto de la audiencia. Así la carrera de celebridades (como Justin Bieber y Lana Del Rey) empezó mediante grabaciones que ellos mismos subieron a YouTube antes de convertirse en ídolos mundiales.
Por otra parte, la idea original de apoyar a los cineastas amateurs sigue ahí, pero YouTube, con su imperio millonario, ha crecido en sus diez años de vida hasta convertirse en la antítesis de su propuesta primigenia. No obstante, para ello existen otras alternativas y Vimeo se ha colocado como la plataforma ideal para los amantes de los vídeos, sobre todo apoyado en la calidad de sus contenidos y una política mucho más abierta.
Lo cierto es que YouTube es distinta, aunque no siempre profesional. Sin embargo, con esta plataforma, una generación entera inventó su propia televisión. Lo que es más, se encuentra en constante proceso de renovación.
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