domingo, 29 de marzo de 2015

CRISPR, la técnica que permite el ‘corta y pega’ de ADN

Desde hace millones de años, las bacterias y los virus bacteriófagos vienen llevando a cabo una guerra sin cuartel: estos últimos intentan acceder al desprotegido núcleo celular de las primeras para inyectar en ellas su material genético y reproducirse… mientras las atacadas despliegan una amplia gama de estrategias de defensa.

Una de ellas consiste en un mecanismo inmune por el cual son capaces de detectar secuencias genéticas de origen vírico y sustituirla por material genético sano y funcional. En algunos casos, este sistema de protección va más allá, y las bacterias son capaces de seleccionar fragmentos específicos de material genético invasor para añadirlo al suyo propio con el fin de inmunizar a la siguiente generación de bacterias. Esta técnica recibe el nombre de CRISPR (en inglés: clustered regularly interspaced short palindromic repeats) y, desde hace unos años, se lleva a cabo de manera artificial en laboratorio.

El pasado mes de noviembre, Jennifer Doudna (Univ. de Berkeley, EEUU) y Emmanuelle Charpentier (Centro Helmholtz de Investigación sobre Infecciones, Alemania) recibieron el Breakthrough Prize (Premio Avance) en la categoría de ‘Ciencias de la Vida’. El galardón, consistente en 3 millones de dólares por cabeza aportados por Mark Zuckemberg y varios multimillonarios del sector tecnológico más, era una recompensa por el desarrollo de una revolucionaria herramienta para la edición de ADN basada en el mecanismo CRISPR de las bacterias.

Fue en 2012 cuando el equipo de investigación de Doudna y Charpentier hizo la primera demostración pública de su utilidad, elaborando moléculas capaces de introducirse en microbios y recortar su ADN en el lugar elegido por los investigadores. En enero de 2013 dieron el salto a la sustitución de fragmentos de ADN en células humanas. Al poco tiempo, dos equipos de Harvard y el Broad Institute anunciaron que habían tenido éxito usando esta herramienta para manipular genes. Más de dos años después, la comunidad científica tiene muy claro el potencial del CRISPR para el avance de la medicina y la agricultura.

Pero… ¿qué clase de avances? Pues desde la curación de trastornos genéticos en ratones hasta los intentos de reescribir el genoma del elefante para resucitar al mamut. La multinacional farmacéutica Novartis anunció que usaría la tecnología del CRISPR para investigar nuevos tratamientos contra el cáncer. Y es que, según la MIT Technology Review, el CRISPR constituye el “mayor invento de biotecnología del siglo”.

Imagen | Bang Wong, Broad Institute of Harvard

Vía | Quanta Magazine






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