Netflix ya tiene fecha de desembarco en Oceanía. Desde el próximo 24 de marzo, el portal de series y películas en streaming comenzará a funcionar en Australia y Nueva Zelanda, otros dos países más que se han adelantado a España en la implantación de este servicio, de cuya llegada a nuestro país continuamos sin tener noticias.
La compañía anunció este martes su inminente llegada a ambos países, para los que ya ha abierto un perfil en Twitter, Facebook e Instagram, desde el que los usuarios locales podrán mantenerse informados de las últimas novedades.
Netflix llega a Australia y Nueva Zelanda con paso firme. Estará disponible en los principales operadores australianos de banda ancha, y además ha firmado un acuerdo con iiNet mediante el cual los abonados a éste podrán disfrutar de horas de Netflix (incluida House of Cards) sin pagar ninguna cuota extra.
En Nueva Zelanda, los clientes de Vodafone que contraten determinados planes se beneficiarán de una promoción de meses de Netflix en prepago, algo que también sucederá a quienes adquieran la Xbox One de Microsoft en determinados establecimientos del país.
Netflix estará incorporado a partir de ahora, además, en las smart TV y set top box que fabricantes como Samsung, LG, Sony, Panasonic, Philips and HiSense, yFetch TV venden en ambos países.
Todavía no han sido desvelados los detalles de cuáles serán los precios de las cuotas mensuales de los distintos planes que Netflix piensa ofrecer en ambos países, aunque la compañía sí ha adelantado que venderá tarjetas de regalo por valor de 20, 30 y 50 dólares en distintas tiendas australianas.
Netflix ya está presente en 50 países de todo el mundo, un número que promete engrosarse a lo largo de 2015, con noticias como la de la próxima llegada del operador a Cuba tras el comienzo de la normalización de las relaciones de Estados Unidos con el país caribeño.
Pese a su interés en Europa, en España, de momento, ni está ni se le espera. A los rumores de un inminente aterrizaje a lo largo de este año le siguieron otros, de los que se hizo eco El Confidencial Digital, que aseguraban que la compañía norteamericana habría reculado tras encargar varios informes que aseguraban que el mercado español no le interesaba puesto que sus consumidores no parecen dispuestos a pagar por ver la televisión.
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