Quizá quien siga a estrellas de la música internacional en Twitter haya observado cómo, a lo largo de estos días, muchas teñían sus perfiles de Twitter y otras redes sociales como Instagram de azul, cambiando su avatar y su foto de encabezado por una imagen de color turquesa.
Así lo han hecho en los últimos días las cuentas oficiales de Rihanna, Madonna, Beyoncé y Kanye West, entre otros. El gesto, explica el diario británico The Guardian, responde a una campaña de marketing con la que quieren mostrar su apoyo a un colega de profesión, el rapero Jay Z (marido de Beyoncé y uno de los tipos más poderosos de la industria de la música negra), quien se lanza al negocio del streaming con Tidal. Está previsto que en las próximas horas el músico y productor haga oficial el lanzamiento del servicio.
A principios de año, la compañía Project Panther Bidco, propiedad de Jay Z, se hizo con la compañía sueca Aspiro, responsable de los servicios de música en streaming: WiMP y Tidal. Fundada en 2010, WiMP opera en varios países europeos: Alemania, Dinamarca, Noruega, Polonia y Suecia. Ofrece, como Spotify, un servicio básico de streaming sin cuota de pago y otro de audio en alta fidelidad que cuesta 19,99 dólares al mes. Tidal es algo así como una versión reloaded del WiMP de pago que funciona en Estados Unidos y el Reino Unido desde el año pasado.
Tidal no solo cuenta con el apoyo de las celebridades registrado en Twitter en los últimos días; la semana pasada también se supo que se había ganado el beneplácito de una estrella superventas cuya relación con el streaming no siempre ha sido sencilla: Taylor Swift, la misma que el pasado otoño abandonó Spotify sin mediar palabra. Todos los discos excepto el último de la cantante pop-country están disponibles en el servicio, ya que, como ha indicado su equipo, Swift no tiene problemas con el streaming siempre que se distribuya mediante suscripciones de pago.
Rumores y datos recientes señalan que el streaming le está comiendo, poco a poco, el terreno a las descargas de música. A finales de octubre de 2014, fuentes cercanas a Apple filtraron que las descargas de canciones y discos en iTunes se han reducido entre un 13% y un 14% desde que comenzó 2014. Y estadísticas elaboradas por la firma Kobalt Music Publishing aseguran que los ingresos que los artistas percibieron a principios de este año de Spotify ya superan a los que reciben de iTunes, hasta ahora su mayor socio digital. La de los márgenes económicos que reciben los músicos continúa siendo una polémica sin resolver. Parece que el gremio de los artistas ha depositado expectativas en la llegada de Jay Z al sector.
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