viernes, 3 de abril de 2015

BionicANTs traslada las reglas de cooperación de las hormigas a versiones robotizadas

La naturaleza sigue siendo una de las principales fuentes de inspiración para la creación de sistemas capaces de realizar tareas con un nivel de destreza y eficiencia sorprendente. Muchas ramas de la tecnología han aprovechado esta gran fuente de conocimiento, aunque quienes la han asimilado con mayor interés son los especialistas en ingeniería que se dedican a la construcción de sistemas automatizados.

Un ejemplo es la compañía de automatización alemana Festo, una de las pioneras en trasladar el comportamiento del mundo animal al desarrollo de robots, tomando como modelo la gran cantidad de estrategias de optimización que los otros organismos han perfeccionado para adaptarse a los cambios de condiciones de su entorno. Algunos de los desarrollos que mejor demuestran la capacidad del equipo de Festo de construir sistemas que no solo se parecen a los animales, pero que también son capaces de moverse como tal, se han acumulado en lo que se puede considerar un zoo biónico.

Entre algunos de sus representantes está SmartBird, una gaviota robotizada centrada en la eficiencia energética y en el diseño ligero, BionicKangaroo, un canguro automatizado capaz de almacenar la energía de la fase de aterrizaje de un salto y reutilizarla para el siguiente salto o AirPenguin, un pingüino biónico que puede moverse tanto en el agua como en el aire.

Pero el trabajo de Festo no se acaba aquí. La compañía ha desvelado otro proyecto, esta vez inspirado en el mundo de los insectos. En concreto se trata de BionicANTs, una pequeña colonia de robots que simulan con mucha precisión el aspecto y el comportamiento de la hormigas: “Al igual que sus modelos naturales, las BionicANTs trabajan juntas, bajo reglas claras. Se comunican entre sí y coordinan sus acciones y movimientos. Cada hormiga toma decisiones de forma autónoma, pero al hacerlo siempre están subordinadas al objetivo común y por lo tanto esto juega un papel importante en encontrar una solución para la tarea en cuestión de manera inmediata”, explica Heinrich Frontzek, el jefe del Departamento de Comunicación Corporativa y Conceptos Innovadores de la compañía.

bionic-ant

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Las mayúsculas del nombre, además de hacer referencia al tipo de insectos que representan los robots, también aluden a la tecnología propia de la compañía, Autonomous Networking Technologies a través de la cual intenta visualizar un sistema de producción industrial basado en componentes adaptables e inteligentes.

La teoría se ha llevado a la práctica y el resultado final se ha convertido en un pequeño ejército de insectos artificiales programados para moverse como sus versiones de la vida real y, más importante aún, para imitar el comportamiento de cooperación que tanto les caracteriza.

“Viven en colonias grandes con un orden de clasificación y conjunto de reglas muy claras. En un colonia de hormigas, cada criatura sabe qué tareas deben cumplirse. De esta forma pueden trabajar juntas para acabar el trabajo que una sola hormiga no puede hacer por su cuenta”, explica la compañía.

En cuanto a sus características, cada hormiga mide 13,5 cm y viene equipada con motores cerámicos, una tecnología láser y un sistema de comunicación WiFi. Otro sistema de cámaras estéreo montado en la cabeza les permite identificar los objetos que tienen que agarrar, además de servir para la localización. Por otro lado, un sistema optoelectrónico colocado en el abdomen les indica cómo moverse en relación con el suelo.

El proyecto de las hormigas biónicas junto con una pinza diseñada para simular la habilidad de agarre de la lengua de un camaleón y un grupo de robots voladores que imitan unas mariposas azules son otras de las creaciones que la compañía presentará por la primera vez en la feria de automatización industrial de Hannover Messe que tendrá lugar el próximo mes en Alemania.

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