viernes, 3 de abril de 2015

Unos ingenieros crean un extintor que funciona con sonido en lugar de espuma

El proyecto de supresión acústica del fuego fue una iniciativa para buscar una modalidad alternativa de apagar los fuegos probada por DARPA en 2012. El experimento funcionó, pero no se llegó a demostrar su uso a escala mayor, en concreto en las aplicaciones militares que interesaban a la agencia. Para el grupo formado por Viet Tran y Seth Robertson, dos ingenieros de la Universidad George Mason, la misma idea era demasiado atractiva para dejarla de lado. Y el resultado final parece que ha valido la pena. Los dos jóvenes han conseguido crear algo que ha llamado la atención de todos: un extintor que apaga el fuego a través de las ondas de sonido.

Tal como indican sus creadores, la idea nació de un proyecto de investigación, aunque en su momento no se le daban muchas posibilidades de éxito. A pesar de las críticas, Viet y Seth se empeñaron en llevar adelante su experimento y después de aportar una inversión de 600 dólares y muchas horas de trabajo, finalmente consiguieron crear una versión funcional del extintor.

Lo que más intriga es cómo funciona. El concepto básico, explican los autores, es que las ondas acústicas son también ondas de presión que pueden desplazar una parte del oxígeno que alimenta el fuego. A una cierta frecuencia, las ondas de sonido consiguen “separar el oxígeno [del fuego] del combustible. La onda de presión se mueve hacia adelante y atrás y esto hace agitar el aire. El espacio creado es suficiente para evitar que el fuego se encienda”.

A primera vista parece sencillo de explicar, pero es más difícil a la hora de llevar a la práctica. Para llegar al resultado deseado los ingenieros han tenido que pasar por un extenso periodo de prueba y error ya que se dieron cuenta de que el método no funcionaba con cualquier tipo de sonido y había que encontrar la frecuencia adecuada.

Al principio tantearon con frecuencias muy altas de hasta 30.000 hertzios y después bajaron a un intervalo de entre 30 y 60 hertzios. Fue entonces cuando vieron que el experimento empezaba a dar buen resultado. El siguiente paso fue materializarlo mediante un objeto que se pudiera llevar con facilidad y que fuera asequible, lo que les llevó a la idea de un extintor.

Ahora los ingenieros ven más conveniente continuar sus pruebas para ver si la misma frecuencia de sonido funciona también para apagar los incendios de otro tipo de materiales.

Aunque originalmente se ha pensado como un instrumento para apagar los incendios en hogares para no tener que recurrir más a los típicos extintores a base de sustancias tóxicas, el equipo cree que en el futuro su extintor acústico se podría adaptar también a otros espacios como los locales cerrados o las zonas de bosque.

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