jueves, 3 de mayo de 2012

Un día para luchar contra el DRM

Dia contra el DRMHoy, 4 de mayo, se celebra en todo el mundo el Día Mundial contra el DRM, una jornada en la que los activistas contra este sistema de control de copias quieren concienciar a todos los usuarios sobre sus inconvenientes. En España, los activistas repartirán folletos a las 16.30 de la tarde en la madrileña calle Preciados (donde se encuentran situadas – tanto en esa vía como en las inmediaciones – algunas de las cadenas de librerías más importantes del país) bajo el eslogan “no a las esposas digitales, a los contratos restrictivos, a la vigilancia”.

En Preciados se repartirá el manifiesto firmado por Richard Stallman, en el que se alerta sobre los riesgos de control que las empresas vendedoras pueden tener sobre el acceso a los libros. Así, las grandes cadenas de distribución de ebooks exigen que el usuario se identifique con su nombre al hacerse con el libro, limita el préstamo o la copia y puede mantener el derecho a eliminar textos del ereader del usuario, según acusa el manifiesto.

El Día Mundial contra el DRM tiene detrás a Defective by Design, una campaña de la Free Software Foundation (FSF), una entidad mundial sin ánimo de lucro que busca la defensa del software libre fundada por el propio Richard Stallman. Aunque ellos esgrimen razones más relacionadas con los derechos de los usuarios (como su derecho a la privacidad o a la libertad de hacer con lo que les pertenece lo que quieran), no son los únicos que se muestran contrarios al uso del DRM en el mundo del libro electrónico.

Algunas editoriales, como el sello B de Books, la división ebook de Ediciones B, han decidido despojarse de él. Como explican en su web oficial, “B de Books es el primer sello que no requiere encriptación DRM (Digital Rights Management) por defecto”, apuntan. “Facilitamos de esta manera el acceso a nuestros contenidos, haciéndolo tan fácil como la compra online de un libro impreso”. El DRM hace que la adquisición de un libro electrónico se convierta en un proceso complejo y nada sencillo. Aunque existen lectores que permiten liquidar la transferencia entre dispositivos dejando todo el proceso ‘in-house’ y bajo control, como es el caso de Amazon, la familia Kindle y la transferencia de archivos Whispernet, otros muchos obligan al lector a pasar su libro por un programa de Adobe antes de transferirlo al terminal, lo que hace que llenar el ereader con ebooks piratas sea mucho más sencillo que hacerlo con ebooks adquiridos de forma legal.

Los usuarios reclaman la desaparición del DRM para hacer el proceso mucho más simple y sencillo, aunque su existencia tampoco tiene que ser plato de buen gusto para las editoriales. Como recoge el blog especializado Dos Doce, algunos programas de DRM le cuestan mucho dinero a las editoriales, impide que plataformas de venta y lectores sean compatibles o hace más complicado el acceso al libro electrónico de los lectores noveles.

Los lectores un poco más avanzados ya han conseguido averiguar cómo deshacerse del DRM en sus libros electrónicos: sólo tienen que hacer una pesquisa en Google. ‘Eliminar DRM’ les dará unos 210.000 resultados únicamente en 12 segundos. ‘Quitar DRM’ se toma un poco más de tiempo (20 segundos) pero arroja otros complementarios 113.000 resultados. ‘Crackear DRM’ 20.800 en sólo 8 segundos.

La desaparición del DRM de los ebooks podría ser una noticia inminente. Se empieza a rumorear el nombre de los grandes grupos que dejarán de proteger sus libros electrónicos con DRM (las cifras de piratería han demostrado que es ineficiente) y las editoriales empiezan a darse cuenta de que deben poner fáciles las cosas a los usuarios si quieren mantener las ventas.




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