¿Quieres una aplicación móvil pero no puedes permitirte pagar el desarrollo? Este nuevo servicio de aplicaciones DIY permite que los usuarios creen y publiquen sus propias aplicaciones personalizadas (sin tener que acudir a personal externo y aceptar propuestas desorbitadas).
Si se trata de una pequeña empresa, una multinacional, un DJ con trayectoria o un fotógrafo personal que quiere mostrar su trabajo de forma original, muchas veces el mundo de las aplicaciones móviles es un atractivo que no aporta un valor real.
No todo el mundo puede tener una app a través de este servicio, cuyo objetivo es llegar a clientes, no amigos. “No es una app personal, es profesional, para compañías. Todas las compañías series tienen un compromiso social con sus clientes. Se pueden conectar a las páginas web y de compra y proporcionar información para reemplazar los folletos informativos”, explica Siebrand Dijkstra, CEO de AppMachine.
Para las empresas, la aplicación no es el objetivo, sino una manera más de interactuar con los clients. “No estoy aquí para contruir la app más bonita. Solo quiero una app que ayude a interactuar con los clients. Para los pequeños negocios, se quiere hacer negocio pero que la app pueda aportar algo más de resultados”, dice el emprendedor.
La idea da igual: lo que importa es cómo se desarrolla
Su iniciativa comenzó en febrero hace dos años, con un equipo de 24 personas (18 de ellos desarrolladores). “Éramos una compañía que hacía páginas web y aplicaciones. Creábamos páginas web para empresas pequeñas y medianas, pero no podíamos hacerles entender por qué una app pequeña podía costar 4.000 euros”, apunta el CEO de AppMachine. Aunque las empresas están interesadas en invertir en las aplicaciones móviles, muchos de ellos se encuentran faltos de presupuesto a la hora de financiar un proyecto de miles de euros con las que no cuentan.
150 personas en todo el mundo tuvieron la misma idea: crear plataformas DIY que permiten a los usuarios crear sus propias aplicaciones, sin tener que recurrir a diseñadores y desarrolladores especializados. Pero el equipo del AppMachine no tienen miedo: “Nosotros creamos pluses donde otros crean problemas. Miramos la competición y dijimos que lo podríamos hacer mejor. Todas las personas pueden tener una buena idea, pero la forma en la que se implementa es completamente diferente”, apunta Dijkstra.
En el caso de AppMachine, la apuesta ha sido sencilla: una plataforma atractiva y sencilla de utilizar y una filosofía de aplicaciones nativas, lo que permite acertar con el sistema operativo y conseguir que la velocidad de carga sea instantánea y el uso no se interrumpa. “Hay grandes bloques de ‘lego’ para construir la app: se trata de una caja de legos por la que se puede construir de manera visual la app”.
Todos los cambios que las empresas tenían que pedir previamente al equipo de desarrolladores de aplicaciones, ahora son cuestión de cambiarlo desde la plataforma. Si cambias de contenido, la app lo actualiza de forma automática. Los cambios también se pueden hacer desde la plataforma sin necesidad de notificar a la app store con la que se está trabajando ni crear nuevas versiones de la app.
Cómo crear una app
La versión beta cerrada es difícil de probar: por ahora tienen unos 30.000 usuarios y 12.000 en espera. Por suerte, en TICbeat hemos podido probar creando una app a través de su servicio.
Antes de nada, los usuarios primerizos disponen de un video de instrucciones para poder entender los pasos a seguir y cómo usar la plataforma de forma clara. Al entrar, el servicio pide una URL del sitio web de la empresa, página web o blog personal de la persona u organización que quiere lanzar la app. El servicio encuentra a través de la URL todas las páginas sociales, los links RSS además de la información principal del sitio web.
El usuario elige las cuentas de redes sociales e información que quiere relacionar con la app y el diseño que prefiera de la selección disponible. A partir de entonces, se trata de construcción: los elementos básicos están disponibles y se pueden añadir elementos interactivos y funcionales dentro de la aplicación mediante ladrillos. Después se puede publicar, realizar cambios y conectar la interfaz a un teléfono móvil con la app para ver los resultados en tiempo real.
¿Cuánto cuesta? Aunque parezca mentira, crear y desarrollar una app en la plataforma no cuesta nada: en el momento de querer publicar, se realiza un cobro único dependiendo del servicio. “Tenemos tres tipos de audiencia, por lo que tenemos tres tipos de cuota. Para los usuarios básicos o empresas pequeñas tenemos la versión gorgeous (no usamos fácil ni barato ni rápido), con un coste de 399 euros. Para los equipos que cuentan con un diseñador que quiera personalizar por completo el servicio, la publicación costará 699 euros, mientras que la versión para desarrolladores (que aún no está disponible en la versión beta) incluye herramientas avanzadas para importar datos dentro de la app y una base de datos para actualizaciones, conectando los servicios web a la app, con un coste de 1.499 euros. Si se quiere añadir complejidad y mayores actualizaciones, los usuarios pueden optar por una subscripción de 19 euros al mes para poder hacer todos los cambios que quieran”, comenta Dijkstra.
El equipo de AppMachine ha presentado su nuevo software en el Mobile World Congress, un éxito que ha empujado a que se conviertan pronto en un beta abierto. Con esta iniciativa, esperan poder ahorrar tiempo y dinero a las empresas que quieran una nueva presencia móvil. “Esperamos poder cambiar el mundo del desarrollo de aplicaciones”.
¿Quieres explorar el beta mientras esperas tu invitación? Os mostramos nuestra experiencia a través de esta galería de imágenes:
from TICbeat http://feedproxy.google.com/~r/rwwes/~3/6jcjNZ7jE1A/story01.htm