sábado, 27 de abril de 2013

Probamos Lenovo IdeaPad Yoga 13”

IdeaPad-Yoga-13-1-modo-atril

La llegada de Windows 8 con su interfaz Metro y su capacidad para desdoblarse en un uso tradicional y un segundo entorno táctil, está permitiendo que los fabricantes de PC creen productos realmente interesantes. Un buen ejemplo es este “convertible” el Lenovo IdeaPad Yoga de 13 pulgadas, que es básicamente un ultrabook pero que puede plegarse hacia atrás para convertirse en una tableta de gran tamaño o en un ordenador táctil que puedes usar para hacer presentaciones, o para usar apps táctiles  de múltiples formas.

Así, el IdeaPad puede usarse a modo de portátil, en modo atril (similar al uso de portátil, pero más cómodo para usar con la interfaz táctil, en modo tableta sujeto o sobre las piernas) y en modo presentación, que puede venir bien para mostrar contenidos a un grupo de personas.

 

 

Por fuera

El diseño del IdeaPad es sobrio (aunque evidentemente es muy distinto de las líneas Thinkpad que el fabricante adquirió a IBM), mezclando el interior de plástico negro mate con una carcasa exterior en un tono naranja cobrizo con un acabado metalizado en el que destacan las bisagras metálicas de la pantalla (quizá nos ha decepcionado que la carcasa no tiene el color naranja tan vivo que se ve en las imágenes del fabricante, y el producto real es de un color cobre mucho más apagado y soso). El tacto es agradable y el acabado interior es de un plástico que da sensación de goma al tacto. En el exterior (de magnesio según Lenovo) sólo está marcado el logotipo de Lenovo en acabado cromado con un tamaño algo excesivo para nuestro gusto (o quizá lo que no nos gusta mucho es el logotipo en sí). El equipo se vende también en color gris, y lo cierto es que cuesta creer que, puestos a apostar por colores, Lenovo no haya creado al menos un equipo en acabado negro y sí uno naranja.

El tacto del teclado, con teclas separadas, de los que se conocen como “de tipo clichet”, es bastante bueno, pero nos hubiese gustado un teclado retroiluminado en un portátil de este precio, ya que con este color negro, teclear en la oscuridad será difícil. Un detalle de agradecer son la gran cantidad de botones de acceso rápido al brillo, volumen, la multitarea, etc., que hay en la parte superior combinadas con las teclas de función. Lo que no nos ha gustado tanto es el trackpad, que aunque es de cristal, muy grande y cómodo, a veces no tienes claro cómo hacer gestos como el desplazamiento (scroll) o sencillamente no responde como debería.

Como hemos explicado, el diseño del equipo es una especie de sándwich que combina un plástico negro con la carcasa externa naranja en aleación de magnesio. En la parte frontal tienes el botón de encendido (poco visible ciertamente) y a su lado también tienes un botón de inicio con recuperación que deberás pulsar con un bolígrafo o un punzón para evitar pulsarlo de manera involuntaria. En el lateral derecho tienes un botón de bloqueo de la orientación. La refrigeración del equipo sale toda por la rejilla que tiene en la parte trasera de la carcasa, que forma la espina sobre la que pivota la pantalla mediante las dos robustas bisagras del equipo.

 ¿Cerrado para actualizaciones?

Como empezó a hacer Apple con sus ultraportátiles, el equipo de Lenovo está totalmente cerrado, de manera que no tienes una manera sencilla ni de remplazar la batería, ni de actualizar ninguno de sus componentes, como la memoria RAM. Indagando hemos comprobado que el equipo sólo tiene una ranura, por lo que, incluso aunque te atrevieses a quitar los tornillos torx que cierran el equipo, tendrías que pagar cerca de 300 euros para ampliar la memoria con un DIMM de RAM de 16 GB. Así, la configuración que adquieras es seguramente la que mantengas durante toda la vida del equipo, y no es que muchos usuarios actualicen sus portátiles, pero al cabo de un par de años puede ser una opción para revitalizar un equipo que empiece a quedarse anticuado.

Pantalla

La pantalla de 13 pulgadas del IdeaPad Yoga tiene una resolución de 1.600 x 900 píxeles. Si bien no llega al Full HD o incluso más allá como los Macbook Retina de Apple, es natural en este tamaño de pantalla y hay que tener en cuenta que los ultrabooks “normales” de 13 pulgadas andan en los 1.366 x 768 píxeles de resolución. Además la pantalla del IdeaPad es de una calidad excelente con tecnología IPS como tienen los iPad, con frontal de cristal y con un brillo y contraste excepcionales. Esta pantalla es además multitáctil a 10 puntos, lo que sin duda es importante porque, como veremos, en modo tableta se presta a usarla entre dos personas. En este aspecto, el Yoga es ciertamente sobresaliente.

Conectividad limitada

En cuanto a la conectividad, se trata sin duda de uno de los puntos débiles del equipo. No tiene conexión Ethernet, lo que implica que en tu oficina sólo podrás usar la conexión Wi-Fi, lo que a veces no es del agrado de los administradores de sistemas de las empresas. Tan sólo tienes una conexión USB 2.0, un segundo puerto USB 3.0 y una conexión HDMI para una pantalla externa (esto último sí es un buen detalle). Nos hubiese gustado ver sin duda algún puerto USB 3.0 más o quizá alguna conexión de alta velocidad como Thunderbolt y, sobre todo, alguna manera de contar con una conexión Ethernet.

Tiene una ranura para tarjetas SD, otro buen detalle, porque además queda totalmente escondida (aunque esto a veces es un problema porque tiendes a olvidarte de que te has dejado la tarjeta insertada), y la conexión de auriculares es combinada auriculares, micrófono, de manera que puedes conectar un manos libres, aunque el fabricante advierte de que los de otras marcas pueden no funcionar, y tampoco funcionará con un micrófono convencional.

En cuanto al peso, con 1,54 Kg es un equipo ligero (pesa 200 gramos más que el correspondiente equipo ultrabook “normal” de Lenovo, probablemente por el peso de la pantalla multitáctil) pero no es exactamente una pluma. Pesa más o menos lo mismo que un MacBook Pro Retina de 13” que pesa 1,6 Kg y bastante más que el MacBook Air de 13” que pesa sólo 1,35 Kg. Este peso, lo invalida prácticamente como tableta de mano, pero sigue siendo muy útil para ponerlo encima de una mesa y trabajar con el con apps táctiles.

Silencio, se rueda

Una de las cosas que nos ha gustado del IdeaPad es que es muy silencioso: tienes que pegar el oído para escuchar los ventiladores. Sin embargo, lo que no nos ha gustado tanto es que el equipo se calienta bastante, sobre todo cuando lo usas un rato como tableta sobre las piernas, y acaba siendo una pequeña estufa (la causa más probable es que en esta posición el equipo no refrigere de forma tan eficaz). No es algo que nos haya supuesto un problema para usar el equipo, pero desde luego no lo hace agradable de tener encima.

Almacenamiento justo

Como sucede en todos los ordenadores que usan discos duros de estado sólido, la ventaja de la mayor velocidad y ausencia de partes mecánicas, tiene como inconveniente la menor capacidad de almacenamiento y el precio más elevado de estas unidades. El IdeaPad Yoga que hemos analizado incluye 128 GB de disco, aunque el fabricante ofrece también configuraciones con disco de 256 GB. Por otro lado, aunque el disco tiene 128 GB, el sistema crea diversas particiones (entre ellas, la partición que permite recuperar el equipo si algo falla en el sistema) que hacen que al final tengas unos 100 GB libres, y con el sistema operativo y un Office te vas a quedar en unos 60 ó 70 GB libres, lo que es una cantidad muy pequeña si usas el equipo para almacenar muchas fotos, etc.

 

 

Cámaras y sonido

Como es habitual en los portátiles, el IdeaPad Yoga integra sólo una cámara frontal orientada a videoconferencias. La resolución de esta cámara es de 1.280 x 720 píxeles (720p) lo que significa que tiene menos de un megapíxel. Además, la calidad de grabación es muy, muy discreta, con una imagen muy granulada y con bastante ruido. Es verdad que esta cámara nos suele usarse para grabar vídeo, pero dado el carácter multifuncional del equipo nos hubiese gustado ver una cámara de más calidad y que por lo menos capturase películas Full HD.

Por otro lado, el sonido es bueno, tiene poca potencia y no hay casi respuesta en graves, pero al menos el equipo ha sido diseñado para que los altavoces no distorsionen ni siquiera con el volumen al máximo. De todas maneras, como sucede en la mayoría de los portátiles ultra compactos, el sonido está más bien pensado para que puedas ver una película y escuchar el sonido que para disfrutar de música, para lo que necesitarás conectar unos altavoces externos.

Buen rendimiento y autonomía razonable

El IdeaPad Yoga es sencillamente un ordenador muy rápido, aunque está al mismo nivel que otras opciones de ultrabook con las mismas especificaciones. Lleva un procesador Core i5 Ivy Bridge, de última generación, a 1,7 GHz que puede, en modo turbo alcanzar los 2,6 GHz. Esto, unido a los 8 GB de RAM y el disco SSD de estado sólido de 128 GB, hacen que el equipo “vuele”, a pesar de no integrar una tarjeta gráfica dedicada, esto es algo que no vas a notar con aplicaciones convencionales. En juegos de elevados requerimientos gráficos es posible que esto sea una limitación, pero es algo que seguramente sólo le importa a los que buscan un equipo para juegos (cuya idea de ordenador está habitualmente bastante alejada de este IdeaPad).

Así, como decíamos, el IdeaPad 13” mueve con mucha soltura tanto el entorno convencional como el táctil de Windows 8 y todo va fluido y sin retardos. Por otro lado, en muchas apps sigue teniendo un retardo excesivo entre los toques de pantalla y el funcionamiento, lo que hace que este Windows 8 esté muy por detrás del iPad . Lo bueno es que el tamaño permite usar algunos juegos multiusuario como el clásico Pong como si fuese una mesa táctil, algo que en una tableta de 10 pulgadas es muy incómodo.

En cuanto a autonomía, en nuestras pruebas no hemos conseguido más de 5 horas de uso intensivo, aunque es probable que en un uso más ligero llegues a las 6 horas y con un gran ahorro en el brillo de la pantalla o apagando las conexiones inalámbrica puedas lograr exprimir algo más el equipo. No se puede decir que este sea un punto fuerte del equipo, pero tampoco está por debajo de la media de ultrabooks, aunque sí muy por debajo de las tabletas de gama alta que superan fácilmente las 8 horas.

Software extra

Como es habitual en los ordenadores con Windows, tienes las aplicaciones habituales para navegación, correo, para ver fotos y vídeo, etc. e incluido el acceso directo a una versión de prueba de Office (que en definitiva es la misma que podrías descargar de la web de Microsoft). Como software adicional, el equipo tiene una curiosa App, Lenovo Transition que te permite hacer que ciertas aplicaciones pasen a pantalla completa al colocar el equipo en modo presentación o atril. Sin embargo, más allá de lo mencionado el equipo viene muy escaso en el terreno del software, aunque hay una App llamada Companion, que proporciona acceso a otras aplicaciones creadas específicamente por Lenovo para el IdeaPad, pero son de poco interés a nuestro entender (hay una app para automatizar las actualizaciones). Por último, hay un pequeño aditamento de software, llamado Motion Control que te permite hacer gestos en el aire sin tocar siquiera la pantalla y que funciona con algunas aplicaciones como PowerPoint. Con este Motion Control activado, al arrancar una presentación con PowerPoint puedes hacer que el paso entre diapositivas se haga pasando la mano por delante de la cámara al estilo del sistema Kinect de Microsoft.

Conclusión

Lo cierto es que el precio, unos 1.300 euros en la configuración probada, es algo elevado si se tienen en cuenta las especificaciones (128 GB de disco y el procesador a 1,7 GHz) y los acabados. Sin embargo, tienes que tener en cuenta que con el Yoga te llevas un equipo con una pantalla multitáctil excepcional y un ordenador que es mucho más que un portátil, ya que puede servirte como tableta en casa o en los viajes. En el mercado hay ultrabooks similares por unos 1.000 euros y equipos incluso por 600 euros que, aunque con menos lujos, pantalla de inferior resolución y procesadores más lentos, tienen un peso similar y pueden servirte para el trabajo diario. Así, si estás dispuesto a pagar unos 300 euros más por una pantalla excepcional y por la posibilidad usar eventualmente el equipo como una tableta, el IdeaPad Yoga es uno de los híbridos más interesantes que puedes encontrar, aunque tenga algunos puntos por mejorar como la conectividad.

 

Lenovo IdeaPad Yoga 13”

Lo mejor: Buen rendimiento, posibilidades como tableta “de mesa”.

Lo peor: Conectividad limitada. Sin conexión Ethernet.

Características principales

  • Procesador: Intel Core i5 a 1,7 GHz (2,6 GHz en modo turbo)
  • Memoria RAM: 8 GB DDR3 a 1,6 GHz
  • Sistema gráfico: gráficos integrados Intel HD Graphics 4000
  • Unidad de disco SSD de 128 GB

 

  • Pantalla LED IPS de 13,3 ” con 1.600 x 900 píxeles
  • Capacitiva multi táctil a 10 puntos

 

  • Conexión Wi-Fi: 802.11b, 802.11g, 802.11n
  • Conexión Ethernet: No disponible
  • Bluetooth 4.0
  • Módulo 3G: No disponible
  • Un puerto USB 2.0 + 1 puerto USB 3.0: 1
  • Conexión de vídeo HDMI
  • Conexión combinada auriculares/micrófono
  • Lector de tarjetas SD
  • Unidad óptica: NO

 

  • Sensores: Giroscopio 3 ejes, acelerómetro 3 ejes, brújula digital
  • Cámara incorporada con resolución 720p
  • Lector de huellas dactilares: No disponible
  • Botón de recuperación “OneKey® Recovery”

 

  • Batería de 4 celdas: 3,7Ah | 54.0Wh
  • Autonomía declarada por el fabricante: Hasta 8 h
  • Peso: 1.540 gramos
  • Dimensiones: Ancho 333 mm, profundidad: 224.8 mm, grosor: 16.9 mm.

 

  • Sistema operativo: Windows 8 64-bit
  • Precio: 1.299 EUR (Configuración a 1,7 GHz con 8GB de RAM y disco de 128 GB).




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