Los dispositivos móviles y la web 2.0. han cambiado nuestra forma de viajar, lo que incluye no solo cómo nos movemos por los lugares que visitamos, sino también de qué manera planificamos nuestra próxima visita. Ésa ha sido la máxima que ha inspirado la experiencia de usuario en Sherpandipity, el portal de experiencias para viajeros sociales que comenzó su andadura a finales de agosto.
Sherpandipity ofrece a los viajeros el contacto con personas locales, los sherpas, para que les ayuden a planificar sus viajes y a vivir experiencias genuinas en el lugar de destino. De momento, ofrece experiencias en Madrid, pero pretende expandirse pronto.
“Los viajeros a los que nos dirigimos reservan el vuelo y el hotel, pero apenas tienen tiempo de pensar en nada más hasta que llegan a su destino”, le explica a TICbeat Irene Serrano, cofundadora de Sherpandipity. Su público objetivo vive en esa dualidad: la de, por un lado, buscar experiencias únicas, relacionadas con la cultura local de los lugares que visitan, que después pueda llevarse a casa en forma de recuerdo, y, por otro, no pasar por ese momento del ‘¿ahora qué hago aquí?’ hasta que han aterrizado.
“El nuestro es un tipo de viajero que no se limita a poner marcas en el mapa, sino que quiere cosechar recuerdos ligados a sus vivencias”, detalla la cofundadora del portal.
Por eso, continúa Serrano, Sherpandipity tenía que contar con una plataforma intuitiva y sencilla. “Necesitábamos ofertas adaptadas a personas con poco tiempo, por eso incorporamos a nuestro equipo de diseño de la plataforma a una persona experta en usabilidad”, cuenta.
Por eso, también, Sherpandipity requería una segmentación que orientase de forma efectiva la búsqueda de sus usuarios. “En general”, ejemplifica Serrano, “cuando accedo a cualquier servicio de búsqueda de viajes e introduzco una fecha y un lugar, obtengo los mismos resultados que cualquier otra persona”. Sin embargo, cada viajero cuenta con unas necesidades y gustos particulares.
Así, Sherpandipity ha segmentado su oferta según diversos criterios. Por una parte, los que definen a la experiencia en sí en función de lo que le apetezca al viajero: compras, aire libre, gastronomía, monumentos… Y, por otra, los que la clasifican teniendo en cuenta las necesidades con las que éste despega: si, por ejemplo, viaja con niños o si sufre de algún tipo de discapacidad.
Esta segmentación resulta también práctica para los sherpas que deciden ofrecer sus servicios en esta plataforma, pues les permite encontrar una vía más rápida para acceder a aquellas personas que puedan estar interesadas en ellos.
A priori, recuerda Serrano, cualquiera puede ser sherpa. El proceso pasa por el registro en Sherpandipity, el mismo que deben realizar los viajeros, y después solicita la cumplimentación de una ficha más completa que es supervisada y validada por el equipo de la plataforma, que no interviene en la disponibilidad ni en los precios de los servicios que en ella se ofertan pero sí ofrece pautas para que éstas estén presentadas de manera más clara y atractiva.
Otra de las características de los viajeros sociales que Sherpandipity ha querido incorporar a su plataforma es la importancia de la reputación online en el proceso de compra. Sus creadores son conscientes del papel decisivo que las opiniones de otros compradores tienen en la toma de decisiones; por eso, cada vez que un usuario completa una experiencia, se le envía un cuestionario para que la valore, y esta valoración es publicada después en la web, donde se convierte en uno otro elemento más que informa sobre las experiencias.
Además, Sherpandipity cuenta con un innovador sistema de pago cuya razón de ser es la transparencia. Su pasarela de pago, que funciona con PayPal, hace que el importe que cada viajero paga por su experiencia se divida en un 85% y un 15% que van a parar de forma directa a los sherpas y a Sherpandipity, respectivamente. Es decir, se ha eliminado esa fase intermedia presente en otras plataformas según la cual, antes de ser retribuido a los sherpas, el dinero pasaría por manos de Sherpandipity.
Todavía en fase de crecimiento, Sherpandipity maneja buenos datos respecto a la satisfacción de sus usuarios: “Las contrataciones han ido muy bien, sin incidencias en ninguno de los mecanismos”, indica Serrano. Ahora, además de más viajeros, la plataforma busca más sherpas, y lo hace no solo en Madrid, sino también en otras ciudades en las que, a partir de ahora, planea instalarse.
Foto cc: webon
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