Si existe un medidor capaz de detectar lo enganchados que estamos a nuestros smartphones, ése es saber qué hacemos con ellos cuando estamos de vacaciones. A este respecto, una infografía elaborada por Mophie se muestra rotunda: el 82,6% de los viajeros no dejan de usar su móvil ni un segundo durante las vacaciones.
Elaborada con datos de la Asociación de Consumidores de Electrónica de EEUU, la CNBC y el grupo editorial Condé Nast y recogida por Mashable, la infografía desvela que el smartphone se ha convertido en nuestra nueva brújula, y que, sin él, tanto viajeros ociosos como de negocios se sienten perdidos y desorientados.
Resulta llamativo que no solo el 59% de los que viajan por negocios confiesen que se sentirían desorientados sin su smartphone, sino que, además, en el caso de los viajeros por placer, son un 88% los que identifican su teléfono inteligente como el dispositivo imprescindible para sus vacaciones, por encima de mp3 y GPS.
En el caso de los de negocios, la dependencia se hace aún más evidente en una cifra: 34 es el número medio de veces que una persona en viaje de trabajo consulta la pantalla de su smartphone, lo cual, eliminando las ocho horas que esperamos que duerma, se queda en unos dos vistazos por hora a nuestro teléfono.
A propósito, precisamente, del sueño: muchos de los trabajadores que viajan por motivos laborales aseguran que sus smartphones les permiten ser más productivos y eficientes y, en consecuencia, dormir más de seis horas al día.
Los smartphones les sirven a los viajeros para permanecer conectados con su vida diaria a través del correo (75%), consultar las previsiones meteorológicas (72%), acceder a mapas y direcciones (66%), echar un vistazo a las noticias (57%) y leer recomendaciones y críticas de restaurantes que se dispongan a visitar (45%).
También existen, por supuesto, diferencias entre ambos tipos de viajeros: mientras que los de ocio gastan muchos menos datos, los de negocio utilizan muchos más kb en su actividad en la pequeña pantalla, puesto que envían correos con adjuntos pesados, publican más en redes sociales sobre lo que están haciendo y consultan más mapas. En otras actividades, como la descarga de vídeos de entretenimiento, la escucha de música o los juegos online, los dos viajeros están empatados.
Foto cc: anikki*
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