La Comisión de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado estadounidense ha publicado un informe en el que alerta sobre el oscurantismo con el que las compañías “trafican” con los datos personales de los ciudadanos en la red.
Pese a no revelar ningún dato concreto, el informe sí critica la falta de transparencia de las empresas dedicadas a la venta de información personal con fines de marketing, conocidas en EEUU como “data brokers”, y advierte de que éstas comercian con datos que desvelan aspectos íntimos y delicados de la vida de los consumidores, desde su situación financiera hasta su historial médico.
Entre esos datos, aseguran en The Verge, figurarían algunos como si hemos visitado a un ginecólogo en los últimos meses o si estamos usando algún tipo de laxante.
Como publica la revista Forbes, que se ha hecho eco del informe, éste constituye una declaración de principios que muestra que, en el futuro inmediato, la presión de las autoridades sobre estos “data brokers” no hará sino aumentar.
“Tres de las empresas del sector consultadas –Acxiom, Experian y Epsilon- han sido muy secretistas con la Comisión, ocultándole de qué fuentes extraen la información con la que hacen negocio y quiénes son los clientes a los que se la venden”, señala el texto del Senado. Esta actitud, aseguran sus autores en él, es contraproducente, ya que lo único que consigue es reforzar el aura de secretismo que rodea a esta industria.
Una de las empresas citadas, Acxiom, intentó construirse una imagen algo más transparente el pasado septiembre, cuando permitió que los ciudadanos accedieran a una parte de sus archivos. Sin embargo, señala el informe, éstos solo podían ver aquellos datos a los que todavía no se había aplicado ninguna analítica. Es decir, que solo podían ver los datos que no se están utilizando.
¿Es cualquier uso comercial un uso legítimo?
En Estados Unidos muchos sectores defienden que utilizar los datos de los consumidores para fines publicitarios y de venta es lícito y legítimo, puesto que simplemente ayuda a que las compañías nos conozcan mejor y nos ofrezcan servicios más adecuados, pero algunos usos debilitan este argumento.
Cuando TICbeat habló, hace algunos meses, con la abogada especializada en nuevas tecnologías María Gómez sobre los dilemas de la privacidad en la Internet móvil, ésta se refirió a varios casos paradigmáticos de uso de datos personales en EEUU, entre ellos, uno que implicaba a Mastercard: la firma vendió los datos de uso de sus tarjetas de crédito a algunas aseguradoras médicas del país, que después los utilizaron para “recalcular” las cuotas de sus asegurados, teniendo en cuenta, por ejemplo, cuántos cargos tenían desde restaurantes de comida rápida y decidiendo, en consecuencia, no cubrir sus riesgos coronarios.
Foto cc: bionicteaching
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