Europa celebra hoy su Día de la Protección de Datos bombardeada por nuevos titulares sobre las prácticas gubernamentales de espionaje a ciudadanos, el último de ellos, referente al uso que la NSA y su organismo homólogo británico, el GCHQ, realizaban de aplicaciones de uso masivo como Angry Birds y Google Maps para obtener información de los usuarios.
El continente afronta esta fecha, también, con investigaciones abiertas contra Google en cuatro países. La compañía ya se ha enfrentado a sanciones económicas en estados miembro de la UE como, por ejemplo, el nuestro, donde la Agencia Española de Protección de Datos le impuso una multa de 900.000 euros. Sin embargo, dichas penalizaciones se quedan, afirmó recientemente la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, en “calderilla” para el gigante de Internet.
La pelota está en nuestro tejado
En un informe sobre el funcionamiento de las distintas agencias de protección de datos europeas, la firma Mind Your Group informa de que, si se suman todas las multas impuestas a Google en Europa por su dudosa política de privacidad, el importe a pagar por la compañía ni siquiera alcanzaría los tres millones de euros. Es decir, que se trata de una cifra perfectamente asumible por la compañía para seguir actuando en los mismos términos que hasta ahora.
Vistas las limitaciones que el poder de los gobiernos tiene contra las grandes compañías de Internet, la pelota, afirma este informe, está ahora, pues, en el tejado de los usuarios, que han de ser conscientes de que existen opciones dentro de la configuración del software, las redes sociales y las aplicaciones que utilizan para que protejan más y mejor su privacidad.
Así lo sostienen también desde la Agencia Española de Protección de Datos que, con motivo de este Día Europeo de la Protección de Datos, acaba de presentar su propio canal de vídeos, en el que explica, mediante varios clips didácticos, qué opciones existen dentro de Facebook, Twitter, Google+, Google Chrome, Safari, Android o iOS para que delimitemos la información que compartimos, que puede abarcar, señalan sus expertos, aspectos como dónde vivimos y dónde trabajamos.
La importancia de las apps móviles
Además de repasar las opciones que existen en Facebook, Twitter, Google+ y Tuenti para decidir quién ve nuestras actualizaciones, nuestra información de contacto y qué visibilidad y datos acompaña a lo que publicamos en estas plataformas –por ejemplo, en Twitter existe una opción para borrar nuestra ubicación de nuestros tweets-, la AEPD se detiene con especial interés en Android e iOS y, sobre todo, en la configuración de privacidad de sus aplicaciones.
La consultora Gartner publicó, ayer, un informe que predice que, dentro de tres años, los usuarios de aplicaciones móviles generarán oleadas de datos personalizados a más de cien aplicaciones y servicios cada día. Según la firma, en 2017, las apps móviles se descargarán 268.000 millones de veces.
Así pues, es importante conocer qué información estamos enviando a la red a través de nuestras aplicaciones, sobre todo, tras leer noticias como las que explican que, desde 2008, la NSA y el GCHQ señalan en sus informes a nuestras apps móviles como herramientas extremadamente útiles para sus labores de espionaje.
Desde la AEPD recuerdan que es importante, especialmente en Android, saber diferenciar las configuración de privacidad que hemos establecido para nuestro sistema operativo de la que hemos elegido para cada aplicación, en concreto, la relativa a la geolocalización y la que tiene que ver con las búsquedas que realizamos con nuestra sesión de Google iniciada.
La Agencia también profundiza en iOS y advierte a los usuarios de que deben indicar a su terminal si desean o no que éste envíe a Apple información sobre el funcionamiento de iOS, sobre su ubicación o sobre el uso que realizan de sus funciones de voz.
iOS permite, en su menú de privacidad, visualizar qué información compartimos con todas y cada una de las aplicaciones que utilizamos, así como evitar que Apple nos asigne un identificador para realizar seguimiento a nuestra navegación y usos móviles con fines publicitarios.
Los últimos acontecimientos demuestran el interés que todos esos datos que se recopilan con fines supuestamente comerciales tienen para otros agentes, como los espías de los gobiernos.
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