Obsesionada con su experiencia de compra, Amazon acaba de dar un nuevo paso que le permitirá tomar por completo las riendas de sus plazos de entrega: la tienda online construirá en Estados Unidos su propia red de envío de pedidos.
Según informa el Wall Street Journal, la compañía de Jeff Bezos está probando su propia red de furgonetas para lo que constituye el último tramo del camino que recorren sus compras: el que termina en la puerta de los clientes.
De momento lo está haciendo en San Francisco, aunque se espera que pronto empiece a experimentar con este nuevo sistema en Los Ángeles y en Nueva York.
Esta medida ayudará a la compañía tanto a contener sus gastos de envío, que se habían convertido en una partida creciente dentro del precio final de sus compras, como a reducir a la mínima expresión los plazos de entrega de los pedidos, algo que la preocupa intensamente, en especial en fechas como Navidad o San Valentín.
El objetivo de Amazon es entregar las compras el mismo día que éstas se realizan, para así dar a sus consumidores un motivo más –y éste de bastante peso- para no tener que desplazarse físicamente hasta las tiendas.
Amazon trabaja intensamente desde hace tiempo en comprimir sus plazos de entrega. Tras la repercusión mediática de sus experimentos con los denostados drones, la compañía fue noticia por experimentar con un sistema de envíos anticipatorios, capaz de pronosticar los deseos de los clientes y activar el proceso de envío de un producto antes de que se produjera la compra del mismo. La compañía extraerá sus pronósticos de sus datos de encargos previos, búsquedas de productos, wishlists o de los contenidos que los clientes introduzcan en sus cestas de compra virtuales antes de pasar por el checkout, y los utilizará para predecir qué pedidos pueden realizarse con toda probabilidad en las próximas horas en un área determinada.
Además, la compañía cerró recientemente un acuerdo con USPS, la compañía estadounidense de correos, para hacer posible la entrega de pedidos también en domingo en varias ciudades norteamericanas, aunque de momento solo funciona en Los Ángeles y Nueva York. Ahora que el tramo final del proceso envío está en sus manos, Amazon tendrá más facilidad para atar todos los cabos que necesite para que sus clientes tengan rápido sus caprichos en casa.
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