Projeggt surgió en 2011, fundado por Valentí Acconcia e Iban Espeleta, como un proyecto web de crowdfunding y asesoramiento experto en el que cada campaña tenía asignado un consultor que ayudaba y acompañaba al usuario en el proceso de diseño y lanzamiento de la campaña de financiación colectiva.
Como plataforma estaba enfocada a proyectos de ámbito emprendedor y cultural (las categorías de las campañas eran Audiovisual, Cómic, Cultura, Deporte, Diseño, Juegos, Moda, Música, Salud, Startups y Tecnología), que podían financiarse mediante dos modalidades:
- Projeggts ‘todo o nada’: Sólo si se llega al 100% del objetivo de recaudación de fondos se efectúa la recaudación y adquiere el compromiso de entregar las recompensas establecidas.
- Projeggts ‘todo cuenta’: Aquellos en los que independientemente, del porcentaje alcanzado del objetivo, hay recaudación y compromiso de entrega de las recompensas.
En este tiempo, habían ayudado a 150 campañas a alcanzar sus objetivos (lo que supone un porcentaje de éxito cercano al 80%), recaudando en el proceso más de 200.000 euros.
Además, habían lanzado un spin-off para las Islas Canarias llamado Juntalia, y habían alcanzado un acuerdo de integración con la plataforma Kifund de crowdfunding musical. Además, en marzo de 2014, cuando contaba ya con 3.500 usuarios, sus creadores lanzaban una red social igualmente integrada en su sitio web (Projeggt Line) que permitía escribir posts, mencionar a otros usuarios de la plataforma, y hacer referencias a las campañas activas en Projeggt a través de hashtags.
Un proyecto financieramente insostenible
Sin embargo, a comienzos de esta semana, Projeggt anunciaba que se despedía de la comunidad española de crowdfunding anunciando el cese de entrada de nuevas campañas (aunque continuarán dando soporte a las ya activas hasta que finalicen). El motivo es la imposibilidad de sostener la infraestructura del proyecto: los beneficios de la empresa derivaban de una comisión del 5% del total de fondos obtenidos, que podían subir hasta los 6-10% si se contraban los servicios de Crowdagency (consultoría). Como comentaba uno de los fundadores de Projeggt:
Es evidente que con la pequeña comisión que una plataforma de crowdfunding cobra por sus servicios, la única forma de hacerla sostenible es el volumen. En Projeggt hemos creído desde el principio en un volumen con calidad, el problema ha sido no llegar al volumen necesario para ser sostenibles”.
Lo cierto es que en los últimos años hemos presenciado la proliferación de plataformas de crowdfunding, fragmentando un mercado que ya a duras penas resultaba sostenible para los líderes en este campo: Projeggt, Lánzanos, Verkami y Goteo. Ahora descansa sobre estas tres últimas la responsabilidad de consolidar el sector. Quizá alguna de ellas se convierta en el nuevo Kickstarter o Indiegogo… si nuestro Gobierno se lo permite.
¿Y qué pasará ahora con todo lo que rodeaba el projecto de Projeggt? Pues por lo que han comentado en su cuenta de Twitter, es posible que Juntalia no siga el mismo camino que la web matriz, y los actuales socios de la plataforma anuncian nuevos proyectos dentro del sector y la continuidad de su colaboración en Crowdacy, un medio digital sobre el sector del crowdfunding.
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