Con motivo de la celebración de Alimentaria (Salón Internacional de la Alimentación y Bebidas), Nielsen ha presentado su decálogo “Shoppertunidades” con la intención de mostrar a las empresas del sector de la alimentación las claves para lograr que los consumidores “retomen el apetito por el consumo”.
Desde Buzz creemos que todos estos consejos pueden verse potenciados por el uso de las redes sociales en su puesta en práctica, por eso proponemos nuestra adaptación del decálogo.
Ponerse en la piel del consumidor
La situación económica actual ha derivado en consumidores hipersensibles al precio y que han “vuelto a la madriguera” frente al gasto fuera de casa, y que tienden al DIY y al ahorro. A través de las redes sociales no solo podemos detectar este tipo de tendencias y comportamientos de consumo, sino que podemos alcanzar a los consumidores mientras los llevan a cabo y poner en sus manos herramientas que favorezcan el ahorro y el “hazlo tú mismo”.
El momento del e-commerce
Solo el 1% de las compras de alimentación se realizan a través de internet en España, por lo que el e-commerce aplicado a alimentos y bebidas representa una gran oportunidad. Las redes sociales complementan a la perfección las iniciativas de e-commerce gracias a su poder de personalización del contenido y targetización de campañas, e incluso pueden ayudar a resolver el aspecto logístico a través de herramientas sociales como los check-ins.
Consumidores polarizados
La crisis ha separado a los consumidores con miedo al gasto en dos: los que han perdido liquidez y los que la tienen pero se resisten al gasto. Una estrategia única no es suficiente para llegar a ambos grupos, y las redes sociales ofrecen infinitas posibilidades de segmentación gracias a herramientas como Facebook’s ‘partner categories’ que permiten segmentar a los usuarios en base a datos de consumidor provenientes de bases de datos externas e independientes.
Marca como aliada en la crisis
Las redes sociales, con su potencial para dotar de personalidad a las marcas y acercarlas al consumidor, son un canal único para que las marcas se establezcan como aliadas de los consumidores en la crisis y los acompañen no solo con productos y formatos especiales enfocados al precio, sino con comunicación que construya marca y potencie la preferencia.
Planificar para ahorrar
7 de cada 10 españoles acude al súper con una lista de la compra predefinida, aunque el último metro frente al lineal siempre es el decisivo. Gracias a las redes sociales podemos no solo impactar a los consumidores en la fase de planificación cuando comparan precios y consultan opiniones, sino también seguirlos hasta el punto de venta y volver a impactarlos en el metro decisivo gracias a plataformas basadas en la geolocalización como Foursquare.
Innovar o morir
La innovación es la mejor arma con la que cuentan las empresas alimentarias para llegar al cliente. Las opiniones recogidas a través de redes sociales pueden llegar a ser poderosos insights que lleven a la innovación en envases, formatos, incluso en la combinación de ingredientes o asociaciones con otras marcas a las que los consumidores sean afines.
Estrategia para seducir
La innovación sin estrategia y planificación no tendrá éxito, por eso la detección de las necesidades latentes es necesaria, pero no suficiente. Mientras que la detección se basa en un análisis de la escucha, la “estrategia para seducir” requiere de un trabajo activo con influenciadores y líderes de opinión que, gracias a las redes sociales, nos permitirán alcanzar justo a nuestro target.
La emoción vende
Cada vez es más difícil impactar al consumidor, fuera y dentro de las redes sociales, por eso la emoción es una apuesta segura. Si conseguimos emocionarle conseguiremos inclinar la balanza hacia nuestra marca, y qué mejor lugar para hacerlo que en redes sociales, donde ya está predispuesto a relacionarse “de tú a tú” tanto con otros consumidores como con las marcas.
La importancia del boca a boca
La influencia y la recomendación online se vieron potenciadas con la democratización de los blogs, pero su reinado continúa gracias a otras redes sociales públicas como Twitter o Instagram. El boca a boca también es clave en redes de naturaleza más privada como Facebook, puesto que el 87% de los consumidores considera que las recomendaciones de sus familias y amigos son decisivas en sus decisiones de compra.
Potenciar lo social
Los ciudadanos sienten como propias las dificultades de su entorno. Por tanto, aquellas empresas de la industria alimentaria que apuesten por invertir en su entorno cercano tendrán el favor de los consumidores por delante de aquellas que no lo hagan. Las redes sociales son un entorno ideal donde mostrar las iniciativas de RSC a los consumidores, e incluso involucrarles para que sientan que ellos también colaboran con su entorno.
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