IBM ha presentado en Madrid su sistema de compra inteligente para el sector del automóvil, que permite una experiencia interactiva muy rica con un modelo tridimensional del vehículo. Con este sistema, que se maneja con gestos como las consolas Kinect de Microsoft o con una tableta, el usuario puede explorar el coche elegido con todo detalle, tanto por dentro como por fuera, elegir y personalizar todo tipo de elementos a su gusto como la tapicería o las llantas de las ruedas, y que permite incluso ver elementos del interior de la mecánica que no pueden mostrarse habitualmente en un concesionario. Como muchos otros avances de este tipo, el sistema está ideado para atraer a clientes no sólo en los concesionarios (donde también permite reducir el número de vehículos en exposición o los metros cuadrados del propio concesionario), sino que puede emplazarse en otros lugares como aeropuertos o centros comerciales donde pueden instalarse con facilidad.
Hecho para ver y para vender
La segunda parte de este “intelligent commerce experience” (ICE), o sistema de comercio inteligente, como ha destacado IBM se encuentra en la “inteligencia” que aporta el desarrollador para capturar y después manejar desde la nube todos los datos del usuario que se acerca a probar y configurar el vehículo y después llevar a cabo acciones de márketing personalizadas a los gustos de cada usuario.
Aunque no es un sistema muy novedoso en su planteamiento, el poder personalizar opciones o colores en un coche como harías en una página web, tiene como particularidades el nivel de detalle con el que puedes ver el vehículo y las opciones que puedes personalizar, ya que la generación de las imágenes se realiza por completo en tiempo real, sin que haya vídeo o partes ya creadas previamente. El sistema funciona en un ordenador de sobremesa de cierta potencia, pero que no deja de ser similar al que usan los aficionados a los juegos, y una cámara Kinect que interpreta los gestos.
Como se ha mencionado, el sistema acepta también ser controlado desde una tableta para quienes no deseen tener que hacer los gestos corporales que requiere el control mediante la cámara Kinect. Otra idea que permite el sistema es que el usuario cree una preconfiguración de su vehículo en un sitio web y posteriormente se acerque a un concesionario que cuente con la instalación para verlo con más detalle. Hay que tener en cuenta que el sistema de IBM está muy orientado a vehículos de alta gama que normalmente se fabrican bajo pedido y de los que hay muy pocas unidades en exposición, de modo que esta es la fórmula más cercana al contacto real que puede tener el comprador para elegir su automóvil.
Lo más parecido al “contacto real”
Por otro lado, como ha explicado IBM, para el tipo de clientes a los que va destinado el producto (los fabricantes de coches de gama alta), era fundamental que tuviese una gran calidad de detalle y realismo en las imágenes y no que parezca el menú de configuración del coche de un juego, o un desarrollo web que sencillamente permite ver el vehículo con distintos colores o ángulos.
Así, gracias a la cámara Kinect, al agacharte puedes ver la parte inferior del coche y si te mueves a un lado el coche va girando para que lo veas por completo. El desarrollador ha señalado que de momento se ha creado usando un ordenador y una gran pantalla Full HD, pero que están trabajando en otros sistemas de visualización como las gafas Oculus Rift. Otra ventaja que tiene el sistema es que, al partir de los datos CAD del fabricante, la generación de los modelos 3D foto-realistas con texturas, luces y demás lleva sólo tres semanas y la fidelidad con el vehículo real es máxima. A partir de ese momento, el vehículo se puede empezar a mostrar con todas sus variaciones en miles de pantallas, cuando posiblemente apenas haya unas pocas docenas de prototipos físicos que se puedan exhibir y mucho menos personalizar.
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