martes, 1 de abril de 2014

La tecnología que bloquea los ‘smartphones’ tras un robo ahorraría 2.600 millones de dólares al año a los estadounidenses

La mitad de los robos que se producen en la ciudad de San Francisco tienen que ver con un smartphone. En Nueva York, el 20% están relacionados con iPads y con iPhones, y en Londres se calcula que alrededor de 10.000 teléfonos inteligentes son sustraídos cada mes. Solo en Estados Unidos, implementar de forma masiva la tecnología que bloquea remotamente un dispositivo móvil cuando éste es robado o perdido ahorraría a los consumidores 2.600 millones de dólares al año.

Así lo afirma un estudio de William Duckworth, un profesor de Estadística de la Universidad de Creighton, que asegura que esta tecnología conduciría, también, a una reducción significativa en el número de robos de dispositivos móviles.

La tesis que Duckworth defiende se basa en la idea de que es mucho mejor, y, sobre todo, más barato, prevenir que curar, y en que las medidas de seguridad más baratas pueden ser también las más rentables. El profesor universitario se refiere al hecho de que los estadounidenses se gastan cada año 4.800 millones de dólares en seguros para sus teléfonos móviles que, sin embargo, no evitan que desembolsen otros 580 millones anuales en reemplazar los teléfonos que les han robado.

Duckworth cree, firmemente, que, si el sistema de bloqueo remoto que inutiliza un smartphone cuando se pierde o se roba estuviese implementado en todos los dispositivos, la mayoría de esos 580 millones de dólares no tendrían que ser gastados en nuevos terminales.

Según recoge PCWorld, las autoridades estadounidenses estarían ejerciendo cierta presión sobre los fabricantes de móviles para que implementasen de serie esta tecnología en todos los teléfonos que se vendan. Existe un convencimiento en ellas de que este mecanismo de seguridad, que inutiliza los teléfonos tras ser robados, funciona como un método disuasorio ante posibles ladrones.

Los fabricantes, sin embargo, han resistido estas presiones, y éstas han llegado hasta el Senado estadounidense y el del estado de California en forma de propuestas que pretenden hacer obligatoria esta tecnología.

Una tecnología con gran apoyo popular

Como parte de su estudio, Duckworth encargó que se realizara una encuesta a 1.200 usuarios de smartphones en Estados Unidos, y se encontró con un sorprendente apoyo a este sistema de seguridad, conocido como kill switch. El 99% de los consultados defendían que los fabricantes deben establecer los parámetros necesarios en sus dispositivos para que estos puedan ser desactivados en caso de robo, el 83% creía que este mecanismo reduciría con toda seguridad el número de hurtos y, además, un 93% piensa que no se debe pagar ningún dinero extra por este sistema.

Duckworth lo compara con los mecanismos que ya funcionan en las tarjetas de crédito. “Si pierdo mi tarjeta, puedo llamar a la entidad responsable, pedir que la cancele y que me la reemplacen por otra, sin ningún desembolso. Ahí sí hay seguridad”, reflexiona el científico, que recuerda que los smartphones también contienen cantidad de información y datos de cuentas personales.

Foto cc: clasesdeperiodismo






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