martes, 1 de julio de 2014

Cómo limpiar las manchas de sangre de tu móvil

La República Democrática del Congo es una de las zonas mineras más importantes del mundo, especialmente el este del país. Allí se encuentra el 80% de las reservas mundiales de coltán, mineral sin el cuál la revolución de las nuevas tecnologías, en especial de la tecnología móvil, no habría sido posible. No se trata del cristal de las pantallas o del aluminio y el plástico de las carcasas, sino de elementos mucho menos aparentes, que se encuentran escondidos en el corazón de nuestros móviles, tabletas y ordenadores.

Además del coltán del que se extrae el tantalio, destacan, sobre todo, otros tres minerales que realizan funciones fundamentales: el oro, el wolframio y el estaño. El wolframio permite que el móvil vibre, el tantalio que pueda almacenar electricidad y el estaño se usa para soldar los circuitos. Finalmente, el oro cubre los cableados. Son minerales escasos y caros, los llamados ‘minerales en conflicto’ o, más crudamente, ‘minerales de sangre‘.

Su extracción, procesado y venta está controlada por grupos armados que han convertido el Congo en el peor de los infiernos, con más de cinco millones de muertos desde 1998, la utilización de la violación como arma de guerra llegándose a hablar en los peores años, según Enough Project, de cien mil mujeres violadas al año y un millón de personas desplazadas sólo en 2013. Los grupos armados locales utilizan el dinero que obtienen de la explotación y el tráfico ilegal de estos minerales para comprar más armas con las que perpetuar el conflicto más sangriento desde el fin de la segunda guerra mundial.

ONG como Alboan ayudan a las personas desplazadas y refugiadas por este conflicto, creando unas condiciones de vida digna para ellas. A la vez, trabajan junto a otras organizaciones en redes internacionales de denuncia de esta situación. Para ello promueven propuestas viables para regular el comercio de estos minerales y evitar que los grupos armados se financien con su venta.

¿Hay alternativas?

Pero, ¿hay realmente una alternativa a esta situación que no pase por renunciar a las ventajas de nuestros móviles? Sí, existen móviles alternativos, como el FairPhone, sin manchas de sangre. Y no se diferencia en si usa Android, iOS o Windows Phone, o en si tiene una pantalla de 3 o 5 pulgadas. La diferencia con los móviles actuales reside en las garantías: un móvil limpio de sangre y alternativo garantiza que los materiales utilizados en su fabricación no están alimentando conflictos.

Para que móviles como el FairPhone no sean una excepción, sino la norma, existen diferentes iniciativas legislativas en Europa y Estados Unidos para forzar a los fabricantes a ofrecer garantías sobre el origen de los materiales.

En Estados Unidos, se aprobó el 12 de julio del 2010 una norma en este sentido: la ley Dodd-Frank de ‘Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor’. Que en su artículo 1502 define los minerales en conflicto y establece medidas de obligado cumplimiento para garantizar que no estén presentes en los productos finales de las empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York.

En esta misma línea, en Europa se está trabajando en una directiva que regule el comercio de los minerales en conflicto. La propuesta que se publicó el pasado 6 de marzo no ha cumplido las expectativas de las ONG de desvincular los aparatos finales de los conflictos al ser de carácter voluntario para los fabricantes. Las ONG están trabajando para mejorar está directiva y que sea de obligado cumplimiento para los fabricantes. Además se persigue que la norma afecte a cualquier mineral, de cualquier parte del mundo, cuyo comercio alimente conflictos, no sólo a R.D. Congo y cuente con ayudas a la población civil que posibiliten una extracción legal de minerales o unos medios de vida alternativos.

Las grandes empresas y los ‘minerales en conflicto’

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Es interesante observar que grandes empresas del sector de la electrónica están ya tratando de aplicar medidas para cumplir la legislación y limpiar de sangre sus productos, un ejemplo es Intel, también Apple ha hecho avances en esta línea, o Philips, sumándose a iniciativas de diligencia debida en la cadena de suministro y de certificaciones y auditorias.

Aun así, el negocio del tráfico de los ‘minerales de sangre’ sigue siendo muy provechoso y, aunque hay avances significativos, siguen presentes en nuestros móviles. Tan solo la actuación de las organizaciones no gubernamentales y las asociaciones de consumidores pueden conseguir que se apruebe un reglamento europeo que cumpla con el objetivo de sacar los minerales de sangre de nuestros aparatos y por ende de nuestro día a día.

Los consumidores suelen desconocer por completo la composición de sus móviles, ordenadores y tabletas e ignoran que contienen minerales en conflicto, por lo que su falta de conciencia sobre el tema les impide platear propuestas alternativas a sus representantes políticos. Mientas la ignorancia persista, el negocio de los ‘minerales de sangre’ continuará.

Puedes colaborar con Alboan para dar respuesta a este drama humano firmando su campaña por una Tecnología Libre de Conflicto y difundiendo esta realidad en tu entorno.

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