martes, 1 de julio de 2014

Las Google Glass, prohibidas en las salas de cine británicas

Acaban de llegar y ya están generando polémica. Al igual que les sucedió en su país natal, Estados Unidos, las Google Glass empiezan a topar con los primeros recelos en Gran Bretaña, el primer país que pisan más allá de las fronteras estadounidenses, donde están a la venta desde la semana pasada.

Por ejemplo: según publica la web británica Techienews, la Asociación de Exhibidores Cinematográficos de Reino Unido acaba de prohibir expresamente la introducción de estas gafas inteligentes en las salas de cine del país, para prevenir la piratería y la violación de los derechos de autor. Las Glass permiten la toma de imágenes y de vídeo mediante comandos de voz y movimientos oculares. Los defensores de la privacidad temen que con ellas puestas resulte fácil grabar a terceros sin su consentimiento ni conocimiento.

Los cines exigirán a los espectadores que luzcan unas Glass que se las quiten cuando dé comienzo la proyección, algo que no ha sido bien recibido por Google, que se pregunta por qué sus gafas no reciben el mismo trato que otros dispositivos móviles, como los smartphones, de los que solo se pide que estén apagados durante la película.

Cuando empezaron a circular por Estados Unidos, varios casinos y salones de juego de Las Vegas y Atlantic City también anunciaron que se reservarían el derecho de admitir jugadores que las llevaran puestas.

A la reacción de las salas de cine hay que añadir las declaraciones del responsable de tecnología de la Oficina británica del Comisionado de Información, Andrew Paterson, quien, según Bits, el blog de tecnología del New York Times, ha anunciado que el uso personal de las Google Glass es libre, pero que el que se les pueda dar para intereses empresariales podría ser restringido.

El pasado lunes Google anunció que la venta pública de Google Glass había comenzado en Reino Unido, un país al que consideran centro mundial de innovación tecnológica, y que quienes quisieran comenzar a formar parte de su equipo de “Explorers” podrían hacerlo por 1.000 libras (1.250 euros), el precio de salida de estas gafas inteligentes en Gran Bretaña.

Meses antes de llegar a Reino Unido, Google había manifestado que todavía no se sentía preparado para vender las Glass, que, pese a su elevado precio, todavía se encuentran en versión beta, más allá de las fronteras estadounidenses.

Foto cc: Geoff Livingston

 






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