La incorporación del grafeno a la tecnología de consumo podría cambiar radicalmente segmentos como el de los semiconductores, gracias a las múltiples bondades del material de las maravillas. Ya han pasado unos cuantos añitos desde que se empezó a trabajar con el grafeno y, sin embargo, todavía está muy lejos de extenderse su uso. El problema es que las técnicas de fabricación de este material son todavía demasiado lentas y muy costosas, incluso para su simple estudio en el laboratorio.
Un nuevo desarrollo coreano podría cambiar radicalmente este panorama. El trabajo, liderado por los doctores Byoung Gak Kim, del Instituto Coreano de Investigación de Tecnología Química, Seok-In Na, de la Universidad Nacional Chonbuk, y Han-Ik Joh, del Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología, presenta un método mucho más sencillo y barato que los utilizados hasta el momento.
El equipo ha sido capaz de crear unas planchas de carbono a nanoescala basándose en un polímero y con tan sólo dos pasos. Los científicos cubrieron un sustrato con un polímero de carbono (llamado PIM-1, de Polímero de Microporosidad Intrínseca) y lo calentaron a una temperatura de 1.200 grados. El resultado se puede utilizar directamente como célula solar sin necesidad de realizar sobre él ningún proceso ulterior. No una célula solar con un rendimiento especialemente bueno, pero sí al nivel de las células orgánicas. La solución también puede servir a las mil maravillas como semiconductor.
El doctor Han Ik Joh, citado por Phys.org, indica que “se espera que se aplique a la comercialización de materiales de carbono 2D transparentes y conductivos sin dificultad, puesto que este proceso se basa en el proceso de producción continua y en masa de fibra de carbono“.
No es el primer intento de perfeccionar el método de producción de grafeno, como es lógico. ExtremeTech recuerda otros estudios que todavía exploran distintas opciones, como el spray de grafeno directamente sobre un sustrato de base o un método irlandés que se basa en la cinta adhesiva (?). Hasta ahora, sin embargo, ninguno de ellos ha sido capaz de llevarse el gato al agua, no parecen aptos para la producción en masa.
De hecho, la técnica más utilizada en la actualidad para la generación de grafeno es CVD (Deposición Química de Vapor), pero requiere más posproducción que una película de Hollywood y utiliza nada menos que ocho complicados pasos hasta que logra proporcionar el producto final. El método coreano de momento ha logrado llamar la atención de medios especializados como la revista Nanoscale, que le ha hecho un hueco en la portada.
Queda mucho por ver, pero podría ser la puerta de entrada del grafeno en el mercado de consumo.
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