¿A quién no le vendrían bien un par de brazos extra de vez en cuando? Eso han debido de pensar en el D’Arbeloff Laboratory for Information Systems and Technology del MIT, que ha desarrollado a las órdenes de Federico Parietti y Baldin Llorens-Bonilla un sistema de brazos robóticos con el que no podría verte tu hijo pequeño sin tener pesadillas pero puede dar un nueva dimensión a las tareas domésticas más difíciles.
Con el nombre de Supernumerary Robot Limbs, estos brazos robóticos tienen una capacidad para ayudarte sorprendentemente autónoma. En su primera versión son dos extremidades más o menos ligeras, unidad a un arnés que las fija con firmeza a la espalda. Los brazos deciden “por sí mismos” qué tienen que hacer para ayudarte. Para aprender sus tareas, primero hay que mostrarles cómo se hacen las cosas con cuatro brazos humanos. Una vez aprendida la lección, asumen su parte sin problemas.
Este nuevo desarrollo hará que Stan Lee se frote las manos, viendo cómo sus creaciones en el mundo del cómic, en este caso el doctor Octopus, van tomando forma en la vida real. Pero nos podemos frotar las manos todos: los anuncios del teletienda pueden tomar una dimensión paranormal (más todavía) en cuanto este peculiar sistema para la ayuda doméstica empiece a comercializarse.
Unos brazos para la industria de la aviación
Antes de llegar a ello, los Supernumerary Robot Limbs harán su paso por el mundo industrial. En la primera demostración, los investigadores mostraron el uso de los brazos para el montaje de los paneles interiores de los aviones. No es casualidad que hayan escogido este ejemplo concreto. El estudio está financiado en parte por Boing, interesada en este desarrollo para el ensamblaje de sus aviones. El mundo industrial será, pues, su principal destino, pero no hay que descartar su llegada al mercado de consumo.
Como indica Gizmag, en futuros desarrollos del proyecto, una de las prioridades será la reducción del peso de los brazos supernumerarios. De momento pesan algo más de cinco kilos, por lo que si tienes urgencia para instalar una lámpara, llamar a tu vecino sigue siendo la mejor solución. Pero en cuanto lo aligeren un poco y mejoren los algoritmos de control que le dan la coordinación y la capacidad de percepción, parecen una solución más que viable.
En el siguiente vídeo puedes ver un breve momento de la primera presentación. La aparición de una tercera mano humana, de la que carece el común de los mortales, le quita un poco de encanto. Pero al menos te haces una idea de por dónde van los tiros:
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