miércoles, 30 de julio de 2014

oPhone: mensajes de iPhone con fotos, con vídeos… y con olores

Hace tiempo que los avances tecnológicos de los dispositivos móviles involucran a sentidos como la vista, el olfato y el tacto. Sin embargo, junto con el gusto, el olfato parecía todavía inalcanzable, pese al enorme potencial que adquieren las sensaciones cuando las percibimos a través de nuestra nariz.

Un profesor de la Universidad de Harvard, David Edwards, y una de sus alumnas, Rachel Field, trabajan en una suerte de iPhone que permite adjuntar aromas a los mensajes, el oPhone, para el cual han emprendido una campaña de financiación en la plataforma de crowdfunding Indiegogo, que permanecerá abierta hasta mañana.

Combinado con una aplicación llamada oSnap, este dispositivo es capaz de enviar y recibir mensajes –oNotes- con olores y aromas adjuntos.

¿Por qué querría nadie un teléfono móvil capaz de recibir y enviar mensajes con olores? Los creadores del oPhone lo tienen claro: “Más allá de los sonidos y los paisajes bellos existen aromas mágicos. Y el olfato tiene un poder sobre nuestra mente del que carecen el sentido de la vista y el olfato. Evocan recuerdos, disminuyen el estrés y estimulan nuestras emociones”.

oPhone incorpora un conjunto de ocho cartuchos, equipados con aromas “primitivos” que, combinados entre sí, son capaces de reproducir 300.000 combinaciones olorosas diferentes. Según sus creadores, este dispositivo, que cuesta 199 dólares, contiene en su interior todo un “vocabulario aromático”.

Para aquellos usuarios que sean foodies o amantes del café o del vino, las fotografías que tomen de sus experiencias culinarias podrán adoptar una nueva dimensión con oPhone y oSnap. Sus creadores creen que adjuntar olores a los mensajes e imágenes que se envían a través de los móviles equivale, en cierta manera, “a darles vida”.

No obstante lo sorprendente del proyecto, y a pesar de que la campaña de recaudación en Indiegogo concluye mañana, el proyecto de oPhone no ha recaudado ni un tercio (46.527 dólares) de los 150.000 dólares que se ha propuesto como meta de financiación.

Aun así, cabe preguntarse qué futuro le espera a las experimentaciones en este sentido, que, como Scentee, que permitía recibir notificaciones olorosas en el móvil, se han producido desde aquel invento de los sesenta en Hollywood, el Smell-O-Vision. Field y Edwards aseguran que su proyecto ha despertado “un enorme interés” en el sector del B2B (business to business), especialmente en los productores y vendedores de alimentos, bebidas, café, fragancias y otros sectores que comprenden con claridad “el poder del aroma”.






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