domingo, 31 de agosto de 2014

Amazon: de retailer a plataforma de contenidos

Recientemente, Amazon removió las aguas de la industria tecnológica anunciando por sorpresa la compra de Twitch, la plataforma que lidera la reciente y exitosa moda del streaming para partidas de videojuegos… una adquisición que ya se consideraba cerrada por Google, y que ahora será la mayor hasta la fecha realizada por Amazon. Comprando Twitch (recordemos, la cuarta mayor fuente de tráfico de Internet, sólo por detrás de Netflix, Google y Apple), Amazon estaría comprando los 55 millones de visitantes únicos que visualizaron 15 millones de minutos de vídeo en julio (con una media de 100 minutos al día, el doble que la media diaria de los 30 millones de usuarios de Hulu… lo que dotaría ahora a Amazon de un engagement altísimo en una era de masivo déficit de atención online). Y las increíbles cifras de Twitch se han ido construyendo en sólo 3 años de existencia.

Muchos son los que ven el movimiento de Amazon como un intento de poner un pie con firmeza en el negocio de los videojuegos (la compañía de Jeff Bezos ya ha adquirido en los últimos años dos estudios de desarrollo de videojuegos -Double Helix Game y Reflexive Entertainment- y contratado a Kim Swift, diseñador de Portal), pero probablemente la lectura que debemos hacer es que con esta compra fortalece su faceta como plataforma de contenido, un contenido para cuyo consumo dispone ya de múltiples canales en forma de servicios y dispositivos (lectores y tabletas Kindle, Amazon Fire TV, etc).

Recordemos que Amazon posee a día de hoy el servicio Amazon Instant Video (antes conocido como Amazon Video On Demand), un servicio de venta y alquiler de series de TV y películas a demanda, que está reforzando ahora con contenido propio (a los 2 capítulos piloto ya producidos por Amazon Studios -Betas y Alpha House- se han sumado hace poco The Cosmopolitans, Hysteria, Red Oaks, Hand of Good y Really). Así que Twitch podría venir ahora a reforzar Amazon Instant Video con toneladas de contenido gratuito. Además, los vídeos de Twitch generarían interesantes sinergias en colaboración con el programa de afiliados de Amazon, ayudando a los usuarios a ganar dinero con sus vídeos y generando al mismo tiempo más ventas en su portal.

Amazon no es una tienda, es un proveedor de contenidos

Cuando Amazon empezó a despuntar como tienda online, en los tiempos del Internet 1.0, era difícil promocionarse y hacer saber al público de tu existencia, por lo sólo quedaba la opción de confiar en el boca a boca (en aquel entonces, mucho más laborioso y limitado geográficamente que ahora) y comprar publicidad. Lo que no podían hacer las marcas era comprar a los productores de contenidos que promovían dicho boca a boca, o las redes que publicaban esa publicidad. El cambio de modelo que estamos presenciando ahora refleja precisamente cómo un retailer está comprando una red que permite albergar su publicidad y revalorizar sus dispositivos gracias al contenido extra que les aporta. Aunque quizá “retailer” ya no sea el término que mejor define el negocio de Amazon: a mediados de 2010, año y medio después de lanzar Kindle, ya vendía 180 libros electrónicos por cada 100 físicos, pese a ser éste el mercado que le lanzó a la fama y con el que llevaba trabajando 15 años.

Si lo pensamos bien, Amazon ha sabido surfear las olas del desarrollo tecnológico para dejar de ser cada vez menos una tienda y más un proveedor de contenidos. Incluso de contenidos ajenos: en una época en la que la venta de servidores de Internet se reduce, Amazon provee de capacidad computacional a varias de las grandes compañías de servicios web del mundo a través de Amazon Web Services. Seguir considerando a Amazon como “una tienda” es simplista: es un gigante que se ha dado cuenta de que -siguiendo el viejo slogan SEO- “el contenido es el rey”, y está actuando en consecuencia.

Imagen | Nomadic Lass via photopin cc






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