Edward Snowden no está solo. Al menos, así lo creen miembros del gobierno norteamericano, que mantiene firmes sospechas de que existiría, como poco, otra persona que ha estado filtrando documentación clasificada sobre los métodos de vigilancia de las autoridades estadounidenses.
Según recoge The Verge, los oficiales estadounidenses se basan para sus sospechas en la reciente publicación de informes secretos relacionados con la lista de sospechosos de terrorismo del gobierno, que han aparecido en The Intercept, una web de investigación que fundó el periodista Glenn Greenwald, el mismo en el que Snowden confió para que publicara sus filtraciones.
Justo ayer The Intercept publicó un artículo en el que aseguraba que el 40% de los 680.000 ciudadanos a los que el gobierno estadounidense ha señalado como terroristas potenciales no muestran evidencia alguna de su relación con ningún grupo terrorista. Desde la llegada de Barack Obama a la presidencia, la lista de sospechosos de terrorismo, conocida como la “terror watch list” se ha ampliado en 47.000 sujetos más.
The Intercept señala, también, que la base de datos de identificación de terroristas empleada por el gobierno estadounidense, conocida como TIDE (las siglas de Terrorist Identities Datamart Environment) cuenta con al menos 730.000 archivos biométricos que pueden identificar a las personas que forman parte de ella, como imágenes de sus rostros e incluso escaneados de los iris de sus ojos.
Un punto de inflexión llamado Snowden
Edward Snowden permanece refugiado en Rusia, el país que le ha concedido asilo político, tras tener que abandonar Estados Unidos después de filtrar información sobre los métodos de cibervigilancia y escuchas telefónicas empleados por el gobierno norteamericano, que conoció durante sus años como empleado de la Agencia Nacional de Seguridad. Sus declaraciones marcaron un antes y un después en la percepción de la privacidad online por parte de muchos internautas del mundo.
Snowden continúa formando parte, aunque marginalmente, de la opinión pública de su país, y es habitual que intervenga en conferencias por videochat o envíe mensajes, como el que emitió, recientemente, sobre el “peligro” de que la ex secretaria de Estado Condoleeza Rice forme parte de la junta directiva de Dropbox. Sin embargo, la naturaleza de estas últimas revelaciones probablemente haga pensar al gobierno estadounidense que todavía quedan “espías” dentro de sus fronteras.
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