lunes, 4 de agosto de 2014

El “Pepito Grillo” europeo de Facebook inicia una gran demanda colectiva

Se llama Max Schrems, es un estudiante austriaco de Derecho de 26 años y es apodado “la espina en el costado de Facebook”, una expresión inglesa que viene a ser la versión elegante de nuestra castiza “grano en el culo”. Ahora prepara una demanda colectiva contra la red social, a la que pueden sumarse usuarios de casi todo el mundo.

Pese a su juventud, Schrems ya ha denunciado antes a Facebook antes los tribunales por las violaciones que, a su juicio, la red social ejerce de forma continuada sobre la privacidad de sus usuarios.

El joven austriaco saltó a la fama en 2011, cuando consiguió que Facebook le enviara una copia de toda la información que había almacenado sobre él desde que se unió a la red social, en 2008. El resultado fue un CD que contenía 1.222 páginas repletas de datos como grupos a los que Schrems había pertenecido en la plataforma e incluso conversaciones de chat antiguas.

Por otro lado, Schrems tiene un caso pendiente con la justicia irlandesa, ante la cual solicitó que se investigara la supuesta participación de Facebook en el programa de vigilancia PRISM, revelado por el ex empleado de la NSA Edward Snowden, ahora refugiado en Rusia.

Reclama 500 euros para cada usuario

Parece que ahora la espina contraataca. La legislación vigente en Austria, el país de Schrems, permite que un grupo de individuos transfieran sus quejas a uno solo, de forma que todas ellas se presenten como una demanda colectiva.

Así, Schrems ha presentado una queja en un tribunal comercial de su país y después ha creado la web fbclaim.com, en la que anima a usuarios de países de todo el mundo –excepto Estados Unidos y Canadá, donde, por motivos legales, no pueden participar- a que se sumen a esta gran demanda contra Facebook, que reclama unos 500 euros por usuario en compensación por los daños ocasionados por las supuestas violaciones de la privacidad que la red social ha llevado a cabo.

En declaraciones a la web Mashable, Schrems ha señalado que su intención es la de demostrar a la industria norteamericana que “debe respetar los derechos fundamentales europeos si quiere hacer negocio en este continente”. “Ahora mismo existe dos opciones”, clama, en referencia a los ciudadanos y su relación con la tecnología y la invasión a su privacidad; “vivir en la Edad de Piedra o emprender acciones legales, y nos hemos decidido por la segunda”.

En Twitter, Schrems se hace llamar “Europa contra Facebook”, como el movimiento que lidera, que empezó como una campaña que animaba a todos los usuarios a hacer como ya hizo él, y solicitar a la red social una copia con todos los datos que almacenan de ellos.

La web de “Europa contra Facebook” reconoce que la compañía ha ido dificultando cada vez más el proceso de solicitud de los mismos, aunque hace otras reclamaciones a la subsidiaria irlandesa de la red social, como una mayor transparencia en el manejo de los datos de sus usuarios, algo que, según los impulsores del movimiento, no es solo una cuestión de justicia, sino también de legalidad vigente: “Es un fundamento de la ley de protección de datos europea, y ya es hora de que la red social de adhiera a estos principios legales”.

Otras de las reclamaciones del movimiento tienen que ver con la dificultad de los usuarios para configurar su privacidad a su gusto y la ambigüedad de la que Facebook se vale para usar sus datos, con la posibilidad de que sean otros usuarios los que entreguen datos personales de terceras personas al etiquetarlas, por ejemplo, en fotos y publicaciones, y con la cantidad de contenido no relevante del que los internautas parecen no poder escapar en sus muros de Facebook.

Foto cc: opensourceway






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