martes, 30 de septiembre de 2014

India, una potencia espacial low-cost

El pasado 24 de septiembre la Mars Orbiter Mission (MOM) de la Indian Space Research Organization llegó a Marte después de un año de viaje desde la Tierra y se ajustó a la órbita del Planeta Rojo con un impulso de su motor de exactamente 1.388,67 segundos para ralentizarse y acoplarse perfectamente a ella. Es un hito más de la agencia, que ya puso una sonda en torno a la Luna en el 2008.

La India se ha convertido en el primer país asiático capaz de llegar a Marte. Y lo ha hecho, además, batiendo más de un récord. Tan sólo tres años han pasado desde que se planeó la misión hasta que la sonda que ha puesto a girar con éxito en la órbita de Marte. Como indica NewScientist, lo ha hecho, además, con un coste menor que el de la película Gravity.

Bueno, bonito y barato

A nadie se le escapa por qué se compara con Gravity, pero lo cierto es que han invertido menos dinero que la mayor parte de producciones de Hollywood: tan sólo 74 millones de dólares para llevar la misión a buen puerto. Nada mal, no sólo con las películas como referencia, sino con las agencias espaciales de otros países, como la NASA o Roscosmos, que cuentan con presupuestos mucho más poderosos.

El camino es, además, diferente de la tendencia actual de la NASA. Mientras la agencia espacial de Estados Unidos ha recurrido a compañías privadas en principio para abaratar costes, la ISRO ha logrado mantener unos costes tan bajos precisamente por realizar la mayor parte del trabajo entre sus cuatro paredes. Si bien han subcontratado la fabricación de algunos elementos a compañías privadas, la mayor parte del trabajo lo ha hecho la agencia, manteniendo siempre el control de todo el proceso.

Los siguientes pasos de la ISRO

La Indian Space Research Organization se ha demostrado capaz de planear y llevar a buen puerto misiones complejas. Más allá de la lógica celebración de este mes, seguirá por ese camino. En su siguiente misión, la Luna vuelve a ser el objetivo, aunque en esta ocasión la agencia espera introducir un vehículo de tierra, lo que representa una hazaña a la que aún no se han enfrentado.

También espera estudiar el sol desde un poquito más cerca. Para ello, llevará la sonda Aditya-1 hasta Lagrangian punto L-1, una ubicación a medio camino del astro rey, a una distancia tres veces mayor a la de la Luna. Todo ello por una fracción del coste que misiones semejantes tienen en agencias espaciales mucho más veteranas como las de Estados Unidos y Rusia.

Quizá la potencias espaciales low-cost tengan el futuro en sus manos. El punto de inflexión serán los viajes tripulados, cuando se pongan a ello. Puede que sólo te dejen llevar un bolsito de mano y que la comida no sea la mejor del universo, pero parecen capaces de llevarte sano y salvo hasta tu destino.






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