Microsoft ha confirmado que en 2015 abrirá una tienda en el número 677 de la distinguida Quinta Avenida de Nueva York, el mismo donde ahora mismo hay una de la exclusiva marca italiana de moda Fendi, y que ésta que se convertirá en el primer establecimiento con el que la compañía cuenta en el distrito de Manhattan.
Microsoft tiene 104 tiendas repartidas por los Estados Unidos. ¿Por qué esta apertura resulta, entonces, tan noticiosa? En primer lugar, porque, como los ejecutivos de la firma han confesado al Wall Street Journal, esta idea lleva cinco años gestándose, un síntoma de que no es un paso apresurado, sino una meta que viene de lejos.
El vicepresidente de las tiendas Microsoft, David Porter, ha explicado que la de la Quinta Avenida se convertirá en el buque insignia de todas las tiendas de la compañía de Redmond. “Es una meta que tuvimos desde el primer día, sólo que estábamos esperando a encontrar el local perfecto. Ya lo tenemos”, explica.
En segundo lugar, mientras que las tiendas con las que Microsoft ya cuenta a lo largo y ancho del país suelen contar con ordenadores, portátiles, smartphones y tabletas con Windows 8, consolas Xbox y un mostrador de soporte técnico, la de Manhattan incorporará un nuevo espacio “experimental”, diseñado para que la compañía pueda captar a nuevos clientes.
A pesar de que el metro cuadrado en su suelo cuesta en torno a los 2.500 dólares (unos 1.980 euros), lo que la convierte en una de las calles más caras del mundo, la Quinta Avenida tiene el poder de atraer a todo tipo de público, tanto ricos como humildes, tanto turistas como neoyorquinos. Será, pues, un excelente escaparate para Microsoft.
La compañía de Redmond parece seguir, así, los pasos que tan bien le han funcionado a Apple, que cuenta con 254 tiendas en Estados Unidos -una de ellas en la Quinta Avenida- y otras muchas en el resto del planeta (once en nuestro país), que responden a un patrón muy estricto de imagen y ambiente y que forman ya parte indisoluble de su imagen de marca. Tal es su importancia que el pasado año la compañía de Cupertino decidió fichar a Angela Ahrendt, hasta entonces responsable nada menos que de la firma de moda y complementos Burberry, como responsable de sus establecimientos.
Foto cc: Jeffrey Zeldman
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