domingo, 5 de octubre de 2014

El precio de cometer errores siendo emprendedor

¿Cuánto cuestan los errores que se cometen al emprender? Desde Startup Academy, una entidad de enseñanza orientada a formar a profesionales con actitudes y conocimientos específicos para los nuevos puestos de trabajo que se demandan en el sector digital, han elaborado un estudio en base de la experiencia de numerosas startups y han revelado la media de sus gastos y sus ganancias, contabilizando los fallos y las pérdidas que han tenido durante un año, desvelando cuáles son los errores más comunes entre ellas. He aquí algunos de estos errores y las cantidades económicas aproximadas que podrían suponer en pérdidas, según revelaron los promotores del informe en un evento celebrado esta semana en el Centro de Innovación de BBVA, en Madrid.

Que el emprendedor piense que su idea vale dinero

Uno de los fallos más comunes es confundir una buena idea con una oportunidad. Tener una buena ideas es muy importante, pero que no la haya tenido nadie antes no significa que haya un mercado dispuesto a comprarla. Una idea no es un negocio. Un negocio se fragua cuando se sabe cómo hacerlo, y hay muchas buenas ideas que, por falta de perspectiva, no se han convertido en buenos negocios.

¿Cuánto puede costar al emprendedor? Si éste no valida pronto la idea para tener las primeras métricas de ventas o demanda por parte de los clientes puede suponer una pérdida económica a la altura de todo su proyecto, ya que éste no será susceptible de inversión. Al menos dos años de su sueldo y todo el equipo: unos 250.000 euros de media.

No fijarse en qué no ha funcionado

No todas las ideas funcionan. Ver los errores que han cometido otros puede ahorrar mucho tiempo y dinero, por eso es muy útil conocer sus aciertos y fracasos, aunque parece que estos últimos no salen mucho a la luz. Hay que estudiar la evolución de los negocios de nuestro sector, o de aquellos que puedan ser nuestra competencia.

Existen entornos en el ecosistema emprendedor que pueden apoyar en los primeros pasos de una startup con mentorización y experiencia. Rodearse de un equipo asesor que ha pasado por las mismas fases es esencial. Si lo comparamos a un programa de aceleración el coste de no tener ese apoyo en tiempo podría ser de seis meses: unos 50.000 euros.

No mantener las cosas sencillas

Es muy importante tener las ideas claras y saber cómo adaptarlas conforme avanza el proyecto. De nada sirve tener muchas ideas que vayan “molestando” a los objetivos finales que el emprendedor se ha marcado. Es habitual que el público, el producto, el modelo de negocio, etc. se vayan modificando, por eso es fácil perder el norte y olvidarse de los objetivos iniciales.

Se tiene que saber cuánto se puede y lo que se quiere abarcar. De ahí la importancia de tener definido el MVP (Minimum Viable Product) y sacarlo a la luz cuanto antes. Si se tarda demasiado, no se sabrá si la idea es buena (error nº1) y si funciona en el mercado. El precio de ello serán unos 20.000 euros.

Elegir mal a los compañeros de viaje

En el camino del emprendimiento es vital juntarse con personas competentes y profesionales, que tengan las ganas de iniciar un camino próspero hacia adelante, siendo conscientes de las dificultades del terreno. Personas con experiencia, que sepan idiomas, sean flexibles y transparentes y a ser posible con sentido del humor. No rodearse de un buen equipo puede generar más de una desventaja en el momento en que lleguen las turbulencias. Puede suponer desde el inicio de batallas legales, juicios, indemnizaciones y reclamaciones, hasta la muerte del proyecto. Su coste, según el informe, será de entre 1.500 y 50.000 euros.

No saber comunicar bien el proyecto

Para triunfar hay que comunicar. Aunque el emprendedor tenga la mejor idea del mundo, si no sabe explicársela a los inversores o potenciales clientes, no le servirá de nada. No es cuestión de hablar bien sino de atraer bien. Una buena puesta en escena a la hora de presentar un proyecto a inversores es imprescindible, ya que o se juega el capital que se podría conseguir, o no se generará el crecimiento adecuado al no haber transmitido bien las claves del negocio, convencer a los primeros clientes o transmitir su valor. En este caso el precio de este error es incalculable. 

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Creerse todopoderoso

La “todopoderosidad” es la sensación de que uno lo puede todo y no necesita a nadie. Hay que tener una disciplina y una rutina para llevar el negocio adelante, así como un buen equipo de profesionales de confianza, que ayuden a ver otras perspectivas del negocio y errores comunes que uno puede cometer. La humildad en este caso es clave. No existe quien tenga la verdad absoluta, ni sepa todo sobre el mercado. Saben aquellos que han validado su negocio y que poseen clientes que les den unos datos con los que ver cómo va evolucionando su proyecto. Perderse dos años de la vida sin rumbo, ni ayuda costaría unos 50.000 euros.

No formarse

Alegar que no hay medios para formarse hoy en día es una falacia, indica el informe. Ya no sólo es necesario formarse, sino conocer el mercado e investigar sobre él. Para ello se han de conocer herramientas y metodologías, así como cuándo y dónde introducirlas, practicando y trasladando todo al contexto práctico. Una simulación de lanzamiento de proyecto es vital para evitar todos los errores enumerados. No rodearse de buenos mentores y de un espacio de aprendizaje en el que atreverse a cometer errores bajo un paraguas puede suponer la pérdida de todo el proyecto. Su coste es incalculable.

Esperar demasiado tiempo para lanzar la ‘startup’

Muchas startups esperan hasta el último momento para lanzar su proyecto. Elevan su MVP a una categoría demasiado alta, perdiendo, durante el tiempo que no están en la red, usuarios y dinero. Es mucho mejor publicar y luego ir perfilando el negocio según las demandas del cliente, según los expertos de Startup Academy. Lanzar un MVP puede costar un fin de semana y entre 1.000 y 5.000 euros. No lanzarlo puede suponer una pérdida enorme. Si hemos dedicado, por ejemplo, dos años, a desarrollar una tecnología que nadie va a querer, podemos perder entre 120.000 y 250.000 euros.

No invertir en el proyecto y esperar que los demás lo hagan

No se puede esperar que alguien crea en un proyecto en el que no invierte ni su creador. Si no tiene dinero para invertir, debe trabajar gratis en su proyecto. No hay nada más convincente ante inversores que una persona que trabaja en su proyecto aunque no esté ganando nada con él. El coste de este error es de 75.000 euros de media.

El plan de negocio: un mal aliado

El plan de negocio puede llevar a invertir mucho tiempo en algo posiblemente innecesario. Es mejor crear un buen MVP y probar el producto con los clientes. Obcecarse en el plan de negocio puede hacer perder tiempo que podría dedicarse a crear un buen MVP. Puede ser una guía para seguir el proceso, pero sin perder el referente, que es lanzar cuanto antes y probar para poder corregir los errores, que solo se ven con la práctica y en la red. El coste de esto es de unos 10.000 euros.

Desconocer las tecnologías

El mundo tecnológico avanza cada vez más rápido y es importante conocer las novedades del ámbito digital, especialmente aquellas que puedan ayudar o afectar al proyecto. Si no las conoce, el emprendedor puede emplear métodos y programas obsoletos, o que no nos ayuden a cumplir su meta. El coste de esto puede ser impresionante para una startup: unos 100.000 euros de media.

Carecer de conocimientos financieros

Las startups son un negocio, y el emprendedor debe saber a qué se va a enfrentar, y tener un buen plan financiero que defina de qué va a vivir. Es muy importante tener suficiente efectivo para pagar las cuentas ante cualquier desafío que se presente. De ahí que se necesite inversión, planificación y no asumir riesgos que no se puedan controlar. No poseer conocimientos que ayuden a administrar bien el dinero puede derivar en la pérdida del poco fondo que tenga en un suspiro. La cantidad dependerá del capital que la startup haya levantado en ronda, pero, de media, este error cuesta unos 250.000 euros.

No hacer una buena campaña de marketing

Es vital conocer los canales adecuados y tener un buen plan de marketing para promocionarse a través de los medios más efectivos. Por ello hay que conocer qué existe y que nos puede ayudar. No hacer una buena campaña de marketing que sea medible y que reporte beneficios es sinónimo de invertir todo el dinero en un cajón y cerrarlo: el precio es de 20.000 euros.

Crecer demasiado rápido o no saber cómo hacerlo

Tan malo es lo uno como lo otro. Crecer demasiado rápido puede hacer que la startup no sea más que una moda con sus 15 minutos de gloria. No saber cómo crecer sólo hará que se den palos de ciego. Hay que saber cómo desarrollar la startup a todos los niveles para hacer de ella un verdadero negocio. Con este error se perderá todo el capital. Crecer demasiado rápido no es algo que salga rentable a nadie. Lo que se busca es un crecimiento exponencial para que las recompensas lleguen a todos aquellos que han invertido. El precio es de unos 250.000 euros de media.

 Imágenes: Shutterstock






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