Scott Jenson, ingeniero de Google especializado en el área de experiencia de usuario, ha hecho público un nuevo proyecto de la compañía de Mountain View bautizado como “The Physical Web” (la Web Física) y enfocado a convertirse, a lo largo de los próximos años, en una tecnología fundamental para los dispositivos inteligentes (de hecho, la intención de Google es conseguir que se convierta en un estándar). En su web avisan: “La Web Física no está aún a la venta, ni es un producto de Google: es un proyecto experimental en fase inicial y lo estamos desarrollando de forma a abierta, como hacemos con todas las cosas relacionadas con la web. Esta información sólo debería resultar de interés para los desarrolladores que buscan poner a prueba esta función y proporcionarnos después sus comentarios”.
¿Las apps han muerto?
La base del proyecto consiste en que los usuarios puedan interactuar a demanda con dichos dispositivos sin que sea necesaria la intervención de apps móviles. Así, gracias a la Web Física, los usuarios de autobuses urbanos podrán recibir en sus móviles el horario de los mismos con sólo acudir a una parada. El funcionamiento de esta tecnología se basaría en la asignación de una dirección URL a cada objeto, de tal forma que los dispositivos móviles cercanos puedan recibir dichas URLs e interactuar con dichos objetos (paradas de autobús, máquinas de venta de refrescos, parquímetros, coches de alquiler, etc) sin necesidad de apps específicas.
Los responsables del proyecto parten de la base de que el número de dispositivos inteligentes se va a disparar en los próximos años (hay estudios de Intel con previsiones de 15.000 millones de dispositivos sólo para el año que viene, y otros de Cisco con cifras de 50.000 millones para el año 2020), por lo que suponer que cada nuevo dispositivo lanzado al mercado debe traer su propia app ha dejado de ser una expectativa realista. “Necesitamos un sistema que permita a cualquier persona interactuar con cualquier dispositivo en cualquier momento. No se trata de sustituir las aplicaciones nativas, sino de permitir la interacción cuando estas aplicaciones dejan de resultar prácticas”.
Un nuevo enfoque para el Internet de las Cosas
En cierta forma estaríamos ante una versión de la tecnología propietaria iBeacons, que Apple lleva tiempo intentando popularizar. También lo podemos ver como una alternativa sistemas centralizados de software para la gestión del Internet de las Cosas. Lo que diferencia la Web Física de ambas tecnologías es que ésta última sería una tecnología abierta y descentralizada, lo que permitiría democratizar el control sobre la misma. Según reza la web del proyecto, “la Web Física debe ser un estándar abierto que todos puedan utilizar. Mediante la creación de un estándar web común del que cualquier dispositivo puede hacer uso para ofrecer una interacción, haciendo posible toda una nueva gama de servicios.”
El documento de introducción de la documentación técnica ofrece también detalles sobre cómo se gestionaría la privacidad del usuario: el método de difusión de las URLs consistiría en un bluetooth emitiendo desde cada baliza, lo que permitiría al móvil del usuario recopilar esa información sin conectarse a ningún dispositivo o servidor. De este modo, no podría ser trackeado hasta que no haga click en una de las URLs.
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