Amazon acaba de presentar al mundo un nuevo producto. Se llama Echo, y es un altavoz controlado mediante órdenes verbales que permiten al usuario obtener información o reproducir música desde Amazon Music y otros servicios de música online (los más usados, como Spotify, iTunes y Pandora, requerirán conectarlo vía Bluetooth con nuestro smartphone). La compañía de Jeff Bezos habría conseguido así crear su propio competidor contra Cortana (Microsoft) y Siri (Apple), pero en hardware en lugar de software.
Este asistente-altavoz está dotado de forma cilíndrica (con unas dimensiones de 8 x 23 cm) y equipado con conexión Wi-Fi, con 7 micrófonos (proporcionando así capacidad de escucha omnidireccional), y con un sistema de cancelación de ruido que permitirá darle órdenes aunque, por ejemplo, esté reproduciendo música. Incluirá también la capacidad de adaptarse a los patrones del habla del usuario, a su vocabulario y a sus preferencias.
Además de eso, estará conectado a la plataforma AWS (Amazon Web Services) y podrá interactuar con teléfonos inteligentes y tablets a través de su propia app (por el momento, disponible únicamente para Android -base del sistema operativo de Amazon, Fire OS- dado que aún sería “pronto” para la versión iOS, sistema para el que de momento cuenta con una aplicación web). Por ahora, esta app permite gestionar las notificaciones sonoras que reproducirá Echo (alertas, listas de tareas, mensajes de correo, etc.).
La parte negativa de Amazon Echo es que carece de movilidad: requiere permanecer enchufado, aunque sea en estado de suspensión hasta que el usuario pronuncie las palabras “Amazon” o “Alexa” (ésta última en honor de la ciudad egipcia de Alejandría, antigua sede de la mítica biblioteca del mundo antiguo), para pedir a Echo información puntual sobre el tiempo meteorológico (extraída de AccuWeather) o datos extraídos de repositorios de conocimiento generalistas (como la Wikipedia) y de fuentes de noticias.
Estamos, en definitiva, ante un gadget con el que Amazon ha buscado un nicho de mercado libre de competencia, dado que ninguna compañía cuenta con un dispositivo equivalente en su catálogo. Pero, aunque se sube a la creciente ola del Internet de las Cosas y a la moda de los hogares conectados (junto a productos como Nest o Philips Hue), las capacidades con las que ha sido dotado producen extrañeza: ¿cuánta gente encontrará útil buscar información en la Wikipedia a través de un asistente personal que no puedes llevar contigo porque carece de movilidad al estar atado al -reconozcámoslo- anticuado enchufe? Muchos usuarios tienen la sensación de que, al margen de los fantásticos Kindle, Amazon no ha sabido encontrar su lugar como fabricante de electrónica de consumo (su fracasado smartphone es otra muestra de ello).
En cualquier caso, el pasado miércoles Amazon envió invitaciones a los miembros de su servicio Prime, dándoles la oportunidad -”por un tiempo limitado”- de encargar este nuevo dispositivo por 99 dólares, frente a los 199 dólares que empezará a costar dentro de unas semanas.
Imagen | Amazon
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