Hace ocho años, la NASA introdujo en la Estación Espacial Internacional pequeños robots voladores llamados SPHERES (siglas de ‘Synchronized Position Hold, Engage, Reorient, Experimental Satellites’). Aunque no han tenido problemas de funcionamiento, lo cierto es que ni estos modelos ni el “androide” Robonaut 2 desarrollado tres años más tarde han resultado demasiado útiles para solventar una de las cuestiones por las que fueron creados: liberar a los astronautas de ciertas tareas tediosas (labores básicas de mantenimiento e inspección, fundamentalmente).
Por ello, y motivados por el impulso a la exploración tanto tripulada como automatizada del Sistema Solar, la NASA y el Centro de Investigación Ames han emprendido el desarrollo de una nueva generación de dispositivos robóticos capaces de complementar la labor de la tripulación de vuelo y que deberían estar listos para el año 2017. Estos robots (transitoriamente llamados “Free Flying Robot”) ampliarán la labor de investigación y exploración de los astronautas, gracias a su capacidad para trabajar en cualquier horario y en ambientes extremos. Además, se les equipará con sensores móviles (como un lector RFID para el registro de inventario) y de una cámara que les permita registrar todas las actividades de sus astronautas como muestra el gráfico inferior:
Pero su uso como cámara móvil es sólo una de las muchas posibilidades: lo importante es que serán robots controlables en tiempo real por un operador (ya de la tripulación de vuelo, ya desde la Tierra, de modo que puedan trabajar sin la supervisión directa de ningún astronauta). En el futuro, quizá puedan salir de la estación para realizar labores de inspección y mantenimiento del exterior de la nave.
Imagen | NASA
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