jueves, 29 de enero de 2015

El ‘big data’ en el estudio de la biología

Las células del cuerpo pueden ser vistas como una máquina extraordinariamente compleja, con miles de elementos interactuando entre sí. Así, si fuéramos capaces de detectar y localizar la interrupción de dichas interacciones, podríamos rastrear la causa de las enfermedades. Una labor de localización que puede resultar desalentadora por su enormidad, pero ya existe alguien llevándola a cabo: Ernest Fraenkel, ingeniero biológico del MIT. El enfoque de su laboratorio consiste en analizar y comparar los datos sobre miles de procesos que tienen lugar dentro de las células, tanto sanas como enfermas, con el fin de averiguar qué ha fallado en estas últimas. A día de hoy, su laboratorio analiza grandes cantidades de datos, incluyendo no sólo los datos genómicos, sino también mediciones de diversas moléculas que podemos encontrar en las células, como las proteínas. Su trabajo es elaborar modelos para cada conjunto de células, capaces de explicar lo que está generando los datos. Para ello, su equipo utiliza algoritmos que han desarrollado ellos mismos, o han adaptado a partir de estrategias de análisis en red usados para estudiar Internet. Estos algoritmos filtran la información irrelevante, permitiendo así centrarse en las piezas del sistema que parecen más susceptibles de estar relacionadas con la enfermedad en cuestión. Hace unos años, mientras Fraenkel estaba llevando a cabo una beca postdoctoral en biología estructural en Harvard, el surgimiento de nuevas técnicas como la secuenciación del genoma y la medición de los niveles de ARN dentro de las células empezaron a generar enormes cantidades de información. La posibilidad de dedicarse ayudar a analizar y exprimir toda esa información apareció ante Fraenkel como un atractiva opción para enfocar su carrera: ”El principal reto en este campo consiste en la forma en que tomamos todos esos datos para obtener una imagen coherente de lo que está ocurriendo dentro de la célula y de qué funciona mal en una célula enferma”, afirma Fraenkel. Esta clase de modelado computacional de interacciones biológicas, conocido como biología de sistemas, puede ayudarnos a revelar posibles nuevas dianas terapéuticas que podrían no revelarse mediante estudios biológicos más tradicionales. De modo que, usando esta nueva técnica, Fraenkel ha descifrado algunas interacciones que constituyen la clave de enfermedades como la de Huntington o el glioblastoma (cáncer cerebral incurable). Vía | MIT Imagen | Wikiepedia






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