viernes, 27 de febrero de 2015

¿Es un ‘smartphone’? No, es un mando a distancia

En los últimos años, el número de aparatos que han llegado a nuestras casas con un mando a distancia bajo el brazo no ha dejado de aumentar: tras la tele vinieron el vídeo, el DVD, la minicadena, las plataformas de cable, las consolas, el aire acondicionado… y los objetos conectados del Internet de las cosas y el hogar inteligente no hacen sino engrosar esta lista.

Entre las compañías que desarrollan productos que permitan a los usuarios lidiar de forma óptima con esta saturación de dispositivos se encuentra la neoyorquina Ray. Según publica la revista Wired, Ray cuenta con un mando a distancia universal, con aspecto de smartphone, capaz de manejar equipos de televisión, música y hogar conectado, y que se venderá a 199 dólares (unos 177 euros)

Y no solo se parece a un smartphone en el aspecto. El objetivo de Ray es que el dispositivo tome ejemplo de los nuevos teléfonos móviles también a la hora de aprender de los hábitos y preferencias de sus usuarios, para así personalizar al máximo su experiencia. Y convertirse, imaginamos, en valiosa fuente de información sobre éstos.

Los usuarios también podrán agregar favoritos y preferencias a sus mandos Ray, pero el plan consiste en que el dispositivo sea capaz de aprender de sus hábitos de consumo: si ven comedia, si ven muchas películas de un determinado actor, si siguen un deporte determinado, si les gustan los canales de música… A partir de este conocimiento, el mando empezará a informar a sus usuarios de programas que considere que puedan ser relevantes para ellos, imitando, así, los algoritmos de recomendación de tecnológicas como Facebook y Spotify.

Ray busca integrar a los distintos proveedores de servicios que operen en los dispositivos que conviven en la casa –por ejemplo, el servicio de televisión de cable y la videoconsola- y mostrar su oferta organizada por categorías como ‘moda’ y ‘noticias’, convirtiéndose, así, en una especie de guía de televisión con la posibilidad de programar hasta una agenda. Además, sus aristas de aluminio cuentan con sensores capaces que activan su pantalla simplemente con que alguien lo coja (sin necesidad de desbloquear).






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