Es inevitable controlar la reacción de autodefensa del cuerpo delante de aquellas situaciones que percibimos como amenazantes. El estrés nos rodea cada día, desde el momento en el que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. Muchas veces somos conscientes de las causas que nos provocan ansiedad o miedo cuando nos encontramos en estas situaciones incómodas, pero en otras el origen del nerviosismo queda envuelto en una cortina de misterio.
Hay expertos que lo consideran una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, aunque otros lo incluyen en la categoría de patologías. No está excluido que tenga repercusiones muy graves en la salud de la persona si es algo que se experimenta en exceso y es repetitivo. Y como todavía no existe una cura que nos libere del estrés de forma milagrosa, las nuevas tecnologías entran otra vez en escena con una solución enfocada en tratar la causa y no los efectos.
El objetivo ha sido asumido por Neumitra, una startup de Massachusetts que nació de las manos de un grupo de exalumnos de MIT motivados por ayudar a las personas afectadas por problemas de salud mental.
Frente al auge de aplicaciones móviles que pueden desbloquear nuevas formas de monitorización de variables biométricas, el equipo de especialistas en neurotecnología de Neumitra decidió dedicarse a la creación de dispositivos que midan la respuesta galvánica o los cambios generados por las respuestas emocionales del cuerpo en la resistencia eléctrica de la piel.
En concreto se trata de biomódulos integrados en los dispositivos para medir el sistema nervioso durante las actividades diarias. Así es cómo describen su tecnología: “Utilizamos software móvil para vincular los datos contextuales, tales como eventos, lugares y actividades, con la fisiología del estrés y sueño para la autogestión de los síntomas y la identificación de las causas”.
Imagen El mapa de la aplicación indica el nivel de estrés a lo largo del día
Los biómodulos son capaces de realizar hasta 50 lecturas por segundo y luego combinarlas con los datos del acelerómetro y los datos sobre la temperatura de la piel. El resultado final es un mapa que ayuda al usuario a tener conciencia de las actividades o ambientes más estresantes.
La información obtenida tendría un papel importante en la validación del nivel de estrés para obtener una referencia cuantitativa de la salud mental y detectar si una determinada situación es responsable de subir o bajar el nivel de ansiedad.
La compañía está ofreciendo su tecnología a través de un reloj inteligente y una aplicación que recolecta los datos y los integra a un calendario electrónico. También está trabajando en módulos más pequeños que podrían ser incorporados en otros accesorios como por ejemplo relojes analógicos, pulseras o joyas.
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