En la actualidad, debido a la cantidad de transacciones financieras que se hacen por Internet, ya sea para comprar un billete de avión, para alquilar un coche o para verificar las cuentas del banco, el número de robos a través de esta vía se está incrementando, y mucho. Pese a las ventajas de tiempo, horarios, etc. que da la compra online, el malware, el spam u otro tipo de amenazas como el fraude online son aspectos peligrosos a tener en cuenta.
Uno de los ámbitos donde se están produciendo más ataques y robos es en el mundo de la banca online, según un estudio realizado por Kaspersky y B2B. Prácticamente todos los usuarios de banca (el 98%) accede a los servicios que su entidad financiera proporciona por Internet, de ahí que los criminales hayan puesto el ojo en este tipo de prestaciones. Muestra de ello es que el número total de ataques de malware bancario fue de 1.900.000 el pasado año.
El citado estudio asevera que las mayores amenazas en este tipo de cibercriminalidad son los troyanos bancarios. En 2013, los dos que más ataques produjeron son Zbot y Carberp. El primero produjo 8 millones de ataques. Por su parte, el segundo robó en total 180 millones de euros en todo el mundo. Según el informe, el 30% de los usuarios recibió en 2013 emails sospechosos que simulaban ser su entidad bancaria y, además, el 21% de las webs de phishing imitaban páginas de servicios financieros legítimos.
Los afectados no solo son los propios usuarios: también los bancos
Este tipo de prácticas de cibercrimen tiene un coste elevado para los usuarios afectados. Según Cybersource, en 2012, un solo fraude cibernético que se produjo en EE UU supuso un gasto de 2.500 millones de euros. Sin embargo, recuerdan desde Kaspersky, los usuarios no son las mayores víctimas: lo son los bancos y el resto de entidades financieras, ya que son estos los que tienen que hacer frente a la mayoría de los costes.
“El problema es que no salen todos los días nuevas tecnologías capaces de contrarrestar este fenómeno y los hackers tardan muy poco en encontrar sus vulnerabilidades”, afirma Eugene Kaspersky, CEO de la empresa. Y es que, los cibercriminales solo tardan dos meses en violar una chipTAN, una aplicación de seguridad de transferencias online a la que interceptan los códigos de seguridad de las transacciones bancarias por Internet.
“Es necesario organizar un nuevo sistema general que garantice protección y tiempos rápidos de reacción frente a las nuevas amenazas. La industria antimalware puede mejorar, pero se necesita inversión y mano de obra necesaria para garantizar la seguridad de las transacciones online”, añade Eugene Kaspersky.
Imagen: Shutterstock
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