La mayoría de padres de hijos aficionados a los videojuegos les han animado en alguna ocasión a dejar de lado sus juegos favoritos de acción para pasar a practicar con juegos de un perfil más marcadamente educativo. Sin embargo, a la luz de un estudio publicado recientemente, ese consejo podría haber sido un error si el objetivo era estimular el cerebro de sus hijos.
Un equipo de investigación de la Universidad Estatal de Florida usó a 77 estudiantes como ‘ratas de laboratorio’ poniéndoles a jugar durante 8 horas, y midiendo su capacidad de resolución de problemas, habilidad espacial, perseverancia y otras pruebas cognitivas estándar, antes y después de dicha sesión. Los inesperados resultados mostraron “aumentos significativos” en estos indicadores entre los jugadores de ‘Portal 2’… aumentos que no se apreciaron (en ninguna de las distintas pruebas) entre aquellos que habían estado jugando a ‘Lumosity’, la aplicación líder (60 millones de usuarios) en el campo del entrenamiento mental y de las habilidades cognitivas, diseñada por neurocientíficos.
¿Por qué usar ‘Portal 2’ en este experimento, y no otro juego? Pues fundamentalmente porque Val Shute, psicóloga educativa y una de los 3 investigadores implicados en el estudio reconocía haber estado “realmente fascinada por Portal 2” cuando se lanzó en 2011. “Mientras jugaba, me daba cuenta de que realmente estaba participando en todo tipo de resolución de problemas”. Así que decidió que tenía que llevar a cabo un estudio sobre el juego en cuestión. ¿Su conclusión como científica y como ‘gamer’? “‘Portal 2‘ le patea el culo a Lumosity”. La elección de videojuegos también se explica por otra reflexión de Shute: “A menudo, los estudiosos de videojuegos comparan juegos sofisticados y bien diseñados con otros simples como el Solitario o el Tetris. Eso no es una comparación justa porque los voluntarios del estudio no esperan mejorar sus cerebros jugando al Solitario. El enfoque más lógico es tener algo igual de plausible y de activo”.
Sin duda, se puede argumentar que la duración del estudio fue muy corta: la mayoría de aficionados a ambos juegos dedican varios días a practicar con ellos, y eso podría alterar el resultado. Sin embargo, eso no quita el mérito al estudio de la Universidad Estatal de Florida: es el primero en comparar los efectos cognitivos de juegos de entretenimiento y juegos de entrenamiento cerebral, según reconoce Shawn Green, psicólogo de la Universidad de Wisconsin-Madison dedicado al estudio de los videojuegos. Green reconoce que del estudio de Shute no se puede concluir que ‘Portal 2’ tenga necesariamente un efecto más positivo que Lumosity sobre el cerebro de los jugadores, pero afirma que sí plantea un problema interesante: “Si los juegos de entretenimiento realmente hacer un mejor trabajo que los juegos diseñados para fomentar la neuroplasticidad, la conclusión es que claramente nos estamos perdiendo algo importante con respecto a ésta”. La neuroplasticidad es la idea de que el cerebro (particularmente el cerebro adulto) es capaz de crecer y cambiar con la formación y el aprendizaje. Mientras tanto, Val Shute se muestra esperanzada porque su pequeño estudio está alentando a otros científicos a estudiar los beneficios cognitivos de los videojuegos usando controles más rigurosos.
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