En los últimos años se ha hablado mucho sobre la posibilidad de que Google se lance de forma contundente a por el incipiente mercado de los coches inteligentes. No estamos hablando de su famoso vehículo sin conductor, cuyo diseño final acaba de ser anunciado, sino de una versión de Android específicamente diseñada para los coches conectados.
Y es que después de que Google presentara Android Auto el pasado verano (una edición de su sistema operativo para coches que funcionaba conjuntamente con un smartphone con el mismo SO), el siguiente paso lógico parece ser diseñar un software que dote de inteligencia a nuestros automóviles de forma autónoma, sin necesidad de otros dispositivos ni ninguna otra exigencia adicional para poder ser usado. De acuerdo a la rumorología, el nuevo sistema operativo para coches llegaría al mercado al mismo tiempo que la próxima actualización del sistema para smartphones y tablets, Android M. De ser cierto, se podría dar la circunstancia de que llegue poco más tarde de que un automóvil implemente por primera vez Android Auto, previsto para 2015.
Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre Android Auto y la nueva versión del sistema operativo especialmente diseñada para coches que se rumorea?
Todo el control sin necesidad de tener un ‘smartphone’
Como ya hemos mencionado, el actual Android Auto no deja de ser un “add-on” de un smartphone, un complemento que requiere inexcusablemente de un smartphone para funcionar. Es decir, el coche no cuenta con conexión a Internet por si solo ni de capacidad de procesamiento al nivel que se le exige a una implementación de esta talla, siendo tan sólo un módulo que recibe la información de los distintos sensores, conecta los equipos y dispositivos del auto y manda la información a un teléfono que es el que procesa todas las órdenes y dota de inteligencia a todo el proceso.
Sin embargo, con el nuevo Android M todo esto será pasado y nuestro coche podrá ejecutar todas esas tareas sin necesidad de estar asociado a ningún otro dispositivo. Esto le conferirá una autonomía y una independencia que le permitirá ser pieza fundamental de los coches del futuro, como ya lo es Android Wear para los smartwatches y el resto de wearables.
Mayor integración con el vehículo
Una versión de Android específicamente diseñada para coches permitirá sacar el máximo provecho a nuestro automóvil. Así, nuestro ordenador de a bordo será capaz de conectarse mejor con las cámaras, sensores, indicadores de combustible y GPS de nuestro vehículo.
Con esta mayor integración llegarían, o eso cabría esperar, apps que permitan aumentar la eficiencia de nuestro automóvil o hacernos nuestros viajes más cómodos y seguros. Todo ello mientras Google podrá personalizar todos y cada uno de sus servicios a nuestra localización o hábitos de transporte exactos, incluyendo la publicidad que nos muestre.
Control por voz y pantallas táctiles más amplias y seguras
Uno de los puntos fundamentales a la hora de desarrollar e implementar este tipo de avances en los coches de calle es garantizar la máxima seguridad de sus ocupantes. Y es que, por mucha inteligencia que se aporte al vehículo, si existe un mínimo riesgo de distracción o de riesgo, la nueva tecnología ha de ser rechazada.
Ahí es donde entra en juego otra de las ventajas de un SO orientado únicamente a los vehículos: al no depender de un smartphone, el conductor podrá controlar todas y cada una de las apps y funciones de su automóvil directamente con la voz (mediante reconocimiento de voz), recibir notificaciones y mensajes también mediante la voz o, por supuesto, cambiar de aplicación o seleccionar una determinada canción pulsando sobre la amplia pantalla táctil del salpicadero del coche. Un “screen” en el que también podremos visibilizar toda la información necesaria para nuestros viajes de forma clara y fácil, sin tener que perder la vista de la carretera.
¿Conexión a Internet de serie en nuestros coches?
Ahora mismo, Android Auto utiliza la conexión a Internet de nuestro smartphone para poder ejecutar sus apps, recibir datos actualizados en tiempo real o enviar y recibir mensajes. Sin embargo, con el nuevo Android M, los coches presumiblemente contarán con su propia tarjeta SIM integrada en el propio automóvil, lo que les permitirá conectarse a la Red en todo momento e independientemente de lo que suceda con nuestro teléfono.
Queda por ver qué ocurrirá con nuestro ordenador de a bordo con Android cuando no haya cobertura de datos, como por ejemplo, cuando vamos por un túnel o en zonas de montaña. En ese sentido, cabría esperar que Google instale algunas características básicas –como los mapas– en una suerte de memoria interna, de forma que puedan ejecutarse offline.
Base para el desarrollo del futuro coche autónomo de Google
Abríamos el artículo hablando del coche autónomo que Google acaba de concretar en un diseño final que incorporará con casi total seguridad una versión modificada de Android M.
No en vano, el sistema del robot verde es una parte esencial del futuro coche sin conductor, que exige muchas más funcionalidades que las que hoy por hoy ofrece Android Auto y, por supuesto, una total independencia de cualquier teléfono móvil.
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