Los wearables han sido protagonistas de muchos titulares del sector en los últimos meses. Los grandes ya se han puesto las pilas y se preparan para una expansión del fenómeno multipantalla que podría cambiar las reglas del juego como lo hicieron los smartphones en su día.
Desde las novedades presentadas en el último SXSW hasta el hype generado alrededor del Apple Watch, encontramos evidencias de que los wearables son la dirección en la que se ha de mirar.
Un accesorio más
Al fin y al cabo, estos dispositivos no dejan de ser una prenda de vestir. Lo que empezó como un paso más en el sector tecnológico se puede llegar a convertir en la revolución de una industria de la moda que ya ha dado sus primeros pasos en la dirección de la tecnología llevable. Ralph Lauren fue la primera firma que se adentró en el sector y a finales de año presentó su Polo Tech Shirt, una camiseta que hace seguimiento a tiempo real de los datos biométricos de quien la lleva.
Vestir un gadget con el que se puede interactuar y que recuerda a la ciencia ficción, es aún una tarea complicada para algunos usuarios. Google fue de los primeros valientes que apostaron por la wearable tech y su GLΛSS (2014) es un buen ejemplo de este tipo de producto que no acaba de convertirse en mainstream y que podemos listar junto con otros intentos como las GL20 de Polaroid (2011). Aún así, Google no se rinde y sigue trabajando para que su dispositivo esté a la altura de la competencia.
Por su parte, el sector del deporte vio una buena oportunidad para explotar su tirón en redes sociales y ofrecer productos prácticos que sirvieron de primera toma de contacto y que nos han ido preparando para los dispositivos que se están presentando recientemente. La industria del deporte y de la salud no se plantean un futuro sin estos aliados que serán capaces de combatir enfermedades y de ayudarnos a tener un mayor control sobre nuestro cuerpo.
Aquí y ahora
2015 va a ser, entre otras cosas, el año de los wearables. Todo apunta a que el salto a la masificación es inminente y que el pistoletazo de salida será la puesta en venta del Apple Watch que se dará en el próximo mes.
Los wearables son los dispositivos del Data y del Internet de las cosas. No sólo suponen una revolución en nuestra relación con la tecnología, si no que nos plantean un nuevo escenario en el que trabajar desde el marketing y el diseño, donde los datos son más relevantes y la experiencia del usuario es más real. Como en todo avance, la reflexión es la misma: Renovarse o morir.
Una foto publicada por buzzmn (@buzzmn) el 11 de Dic de 2014 a la(s) 4:33 PST
¿Cómo puede mi marca entrar en esta tendencia?
BMW i is excited to provide one of the apps for Apple Watch when it becomes available in April. Stay tuned! http://ift.tt/1GTmVRq — BMW i (@BMWi) marzo 9, 2015
Ante un lanzamiento del calibre del de Apple Watch, las marcas se han preparado para poder ofrecer nuevas apps adaptadas al dispositivo. Es el caso de los hoteles Starwood, los supermercados Marsh, Shazam o la CNN que han ideado apps que no sólo se sincronizan con las existentes para móvil, si no que proporcionan al usuario una experiencia mucho más completa con sus servicios.
Empieza la carrera para ver quién consigue sacarle más partido.
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